
Nuevo giro en las medidas del Gobierno británico para ayudar a las empresas durante la crisis del Covid-19. El ministro de Finanzas, Rishi Sunak, anunció este viernes que prorrogaría los Ertes, que iban a caducar el próximo 31 de octubre, para seguir ayudando a las empresas que se vean obligadas a cerrar por los confinamientos selectivos que está aplicando el Ejecutivo británico en las zonas con peores datos de contagios.
Las empresas que reciban la orden de cerrar podrán solicitar hasta un 67% del salario de sus trabajadores, una rebaja respecto del 80% inicial que ya se había aplicado en la última prórroga. Las empresas solo tendrán que cubrir los costes del seguro social y las contribuciones a las pensiones de los empleados. También recibirán ayudas, de hasta 3.000 libras mensuales, para cubrir los costes fijos del local.
Este programa es más limitado que el original, ya que no podrá acogerse a él ninguna empresa de una zona que no esté confinada.
La idea inicial, y que seguirá aplicándose en las zonas que no cubran las restricciones, era que a partir del próximo día 21, los Ertes fueran sustituidos por un 'Plan de apoyo al empleo' para subsidiar los salarios de las personas que trabajan a tiempo parcial. Así, se incentivaría que la gente vuelva a su puesto de trabajo durante al menos un tercio de su jornada, garantizando el 77% del salario. El empresario pagaría las horas trabajadas, mientras que el resto se lo repartirán entre el Ejecutivo y el propio empresario.
La gran pregunta a partir de ahora es cuántas empresas alegarán que se han visto obligadas a cerrar por las recomendaciones sanitarias, como cines u otros locales de ocio, aun sin tener una orden estricta de cierre.
Mantener a raya la crisis
Estas medidas, previstas hasta marzo, tienen como objetivo evitar que un aumento gradual en la pérdida de empleos se convierta en una 'bola de nieve' y se convierta en una crisis comparable a la época de Margaret Thatcher. Por entonces, el desempleo creció hasta casi los 3,3 millones de parados, a medida que la economía atravesaba una dolorosa revisión.
Ya con el primer pico de la pandemia, las finanzas de Reino Unido sufrieron la recesión más profunda en más de medio siglo, además de situar a país como el lugar con mayor número de fallecidos por covid-19 de toda Europa.