La Generalitat de Cataluña ha cerrado con el Ministerio de Transportes y Aena una inversión de 3.200 millones de euros para ampliar el aeropuerto de Barcelona-El Prat.
En una comparecencia institucional, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha asegurado que "contamos con una propuesta sólida y consensuada para hacer realidad una mejora que convierta el aeropuerto en un gran hub de conexiones intercontinentales".
"Desbloqueamos una de las decisiones más importantes para la competitividad de Cataluña durante las próximas décadas", ha añadido. Asimismo, ha asegurado que esta operación se llevará a cabo cumpliendo las "máximas exigencias ambientales".
"Quiero que nuestros investigadores y creadores viajen por todo el mundo sin pasar por Madrid, Londres o Frankfurt", ha añadido. En caso contrario, Illa ha alertado de que Estambul o Catar podrían captar rutas de largo radio en detrimento de Barcelona u otras capitales europeas.
La semana pasada, el dirigente socialista ya avanzó que el dictamen de la comisión técnica Generalitat-Estado se conocería en breve —este informe debía haberse publicado durante el primer trimestre de este año—. En rueda de prensa posterior al Consell Executiu, la portavoz del Govern, Sílvia Paneque, no se ha pronunciado sobre si el pacto entre la Generalitat y el Estado cuenta con el aval de ERC y los comunes.
600 metros más de pista
El acuerdo con Aena incluye el alargamiento de 600 metros de la tercera pista (llamada pista del mar) de la infraestructura para acoger más vuelos intercontinentales. "Hemos descartado las alternativas que eran subóptimas o no viables", ha puntualizado Illa, en referencia a propuestas como la construcción de una pista sobre aguas del Mediterráneo. En total, la lengua de asfalto 06R/24L alcanzará los 3.160 metros necesarios para el despegue de vuelos de largo radio, esto es, de hasta 11.000 kilómetros desde Barcelona.
La operación permitirá dimensionar la capacidad del aeropuerto, que el año pasado alcanzó su límite técnico de pasajeros (55 millones). Además, la prolongación de la tercera pista irá acompañada de la construcción de una nueva terminal satélite, la remodelación de la T1 y la T2 y la adecuación de la zona de aparcamientos.
También se renaturalizarán 270 hectáreas del parque agrario de El Llobregat para compensar el impacto medioambiental sobre las zonas protegidas colindantes. Además, alrededor del aeropuerto se creará un "anillo verde" y se constituirá un fondo medioambiental dotado con el 10% de la inversión comprometida por Aena. Estas compensaciones ambientales pretenden acallar las críticas por el impacto de la ampliación sobre La Ricarda y El Remolar, que forman parte de la Red Natura 2000.
El fleco de la gobernanza
Pese a todas estas precauciones, los socios de investidura del PSC, ERC y los comunes, han manifestado su oposición al plan de la Generalitat, al que también se ha sumado Junts per Catalunya. Si bien es cierto que la ampliación de El Prat no precisa pasar por el Parlament y, por tanto, los socialistas no necesitan los votos de sus aliados para que avance la operación, las fuerzas de izquierda pueden optar por complicar la agenda del gobierno catalán en minoría.
Desde las filas republicanas, Oriol Junqueras ha recordado que "el futuro del aeropuerto de El Prat no pasa por alargar pistas. La clave es la gestión compartida con la Generalitat, con tal de responder a los intereses de Cataluña".
Los independentistas exigen que la autonomía tenga más poder decisorio en el aeropuerto, de la misma forma que lo tiene en el Port de Barcelona. Este asunto ni siquiera se aborda en el plan presentado por el Govern. Por su parte, los comunes dejaron claro que trabajarán para que fracase el proyecto.
Calendario de actuación
Este gran proyecto empezará a andar con la redacción del nuevo plan director del aeropuerto, que según Illa debería estar aprobado en 2028. Las obras en el aeropuerto empezarían en 2030 y, previsiblemente, el corte de cinta de la nueva pista ensanchada llegaría en 2033. "Esta decisión la tomamos pensando en las próximas décadas", ha dicho Illa.