Facsa, la empresa con más de 150 años de historia que gestiona el abastecimiento de agua de Castellón y a partir de la que surgió Grupo Gimeno, prevé triplicar este año el negocio de su área de infraestructuras tras sumar contratos en varias CCAA españolas en los últimos meses. La compañía espera pasar de los cerca de 11,7 millones de euros en 2024 en estas actuaciones en redes y depuradoras a 30,5 millones para el cierre de este ejercicio.
Facsa destaca que en los últimos años de la mano de su salto a toda España ha tenido un crecimiento exponencial en esta actividad, más allá de la gestión de las redes de suministro y saneamiento en la que lleva décadas sumando contratos en distintas regiones.
Dentro de los nuevos contratos logrados en los últimos meses, destacan por su volumen dos de ellos en Asturias. Uno es la mejora y ampliación de la EDAR de Maqua, en la zona industrial de Avilés, con un presupuesto de 48 millones de euros. El proyecto de esta planta busca mejorar significativamente su capacidad y eficiencia en el tratamiento de aguas residuales y pluviales, con actuaciones que incidirán directamente en la protección del medioambiente.
También en Asturias, destaca los trabajos de modernización de la EDAR de Villapérez (Villaperi), en el concejo de Oviedo y encargada del saneamiento del río Nora, con un presupuesto de más de 10 millones de euros. En este caso la actuación supondrá la mejora del proceso de regeneración para reducir los vertidos al entorno natural y promover una gestión del agua más eficiente, que aproveche mejor los recursos disponibles y disminuya la necesidad de extraer agua potable de ríos y acuíferos.
Además esta división de Facsa está ejecutando diferentes proyectos de infraestructuras de regadío que impulsan la mejora y modernización de instalaciones, como el que se está realizando en la Comunidad de Regantes embalse Torre del Águila en el Palmar de Troya y Utrera (Sevilla), o la construcción de un generador fotovoltaico y una balsa de regulación para el bombeo del canal de la Margen Izquierda del Najerilla (La Rioja).
La compañía castellonense que nació como la Sociedad de Fomento Agrícola de Castellón hace más de 150 años de historia también está muy vinculada desde su nacimiento al desarrollo del regadío y los cultivos. La agricultura representa el 80% del consumo hídrico en el país y tiene el reto además de cumplir con las nuevas directivas europeas.
Necesidad de más inversiones
Precisamente desde la compañía explican que es necesario visualizar la necesidad de la inversión en renovación de redes, ya que se encuentra muy por debajo del 2% recomendable. Solo se renueva el 0,49% de la red de distribución y el 0,33% de la red de saneamiento, según datos de DAQUAS (Asociación Española del Agua Urbana), en un momento en que el estrés hídrico, el aumento de la demanda, el cambio climático y la contaminación del agua suponen serias amenazas.
"La gestión del agua en España no puede seguir tratándose como si fuera un recurso ilimitado. Nos enfrentamos a una realidad marcada por sequías más intensas y frecuentes, redes obsoletas y una inversión claramente insuficiente en infraestructuras hidráulicas, que en muchos casos superan los 40 años de antigüedad. Desde Facsa trabajamos para liderar el cambio hacia una gestión más sostenible y resiliente del agua, un recurso estratégico para el bienestar social y el desarrollo del país", ha señalado José Claramonte, director general de Facsa.
En los últimos tres años, el área de Infraestructuras ha crecido significativamente, desarrollando proyectos para el saneamiento y depuración de aguas residuales, la modernización del abastecimiento, la eficiencia en el uso del agua industrial, el aprovechamiento de recursos no convencionales y así como la producción de bioenergía y la eficiencia en el uso del agua en la agricultura.
"Apostamos por iniciativas que integren la innovación, la sostenibilidad y la tecnología como pilares fundamentales. Queremos seguir avanzando en propuestas que den respuesta a las necesidades reales del sector del agua, especialmente en un contexto en el que la eficiencia en la gestión de los recursos hídricos es más importante que nunca", ha destacado Claramonte.