
El Departamento de Transportes de Georgia (GDOT) ha seleccionado las cuatro propuestas de calificación que había recibido para competir por el contrato de construcción y explotación de la autopista I-285 East, valorado inicialmente en 3.000 millones de euros. Las cuatro constructoras españolas que se habían postulado, ACS, Acciona, Ferrovial y Sacyr, entran así de lleno en la batalla en la que tendrán como contricante al gigante francés Vinci.
El proyecto de mejora de la I-285 East Expresslanes contempla la mejora de la infraestructura con la adición de carriles de peaje para descongestionar el tráfico. Actúa como circunvalación de Atlanta. Se trata de uno de los mayores proyectos de autopistas en la historia de Estados Unidos. No en vano, la primera fase contempla obras por 3.000 millones de euros, pero en etapas posteriores las inversiones podrían llegar a los 10.000 millones.
Tras hacerse el pasado verano con la SR-400 de Georgia, ACS y Acciona han vuelto a unir fuerzas en un consorcio del que también se acompañan, de nuevo, del fondo francés Meridiam. Los tres actúan como inversores del proyecto de colaboración público-privada. Mientras, Dragados y Flatiron, filiales del grupo que preside Florentino Pérez, y Acciona, se encargarían de la construcción de la autopista. Mientras, Arcadis emerge como la ingeniería para el diseño de la primera fase.
Ferrovial, por su parte, aborda la licitación con la presión añadida de quedar en segunda posición en la puja por la SR-400, colocada como un objetivo principal en su estrategia de crecimiento en Estados Unidos. La compañía que lideran Rafael del Pino, como presidente, e Ignacio Madridejos, como consejero delegado, ha vuelto a aliarse con el fondo Star America, propiedad del francés Tikehau. Junto a ellos figura la operadora de autopistas australiana Transurban.
La multinacional de origen español, que comenzó a cotizar en Wall Street en mayo de 2024, concurre con Cintra, su concesionaria de autopistas, como sponsor, mientras que sus filiales Ferrovial Construcción y Webber figuran para las obras del proyecto. La estadounidense Aecom aparece como diseñador con el apoyo de Parsons.
Un tercer consorcio es el integrado por Sacyr, la australiana Plenary y la israelí Shikun & Binui. Las dos primeras ya son socios en la I-10 de Luisiana, ganada hace dos años a través de un consorcio del que también forma parte Acciona. La compañía que preside Manuel Manrique comparte el papel constructor con Shikun & Binui, mientras que WSP es la ingeniería de diseño, secundada por T. Y. Lin.
El cuarto candidato es Vinci, que concurre en solitario. Su filiales de concesiones y autopistas participan en la inversión y operación y para las obras sus filiales Vinci Construction y Dodin Campenon Bernard. La ingeniería corre a cargo de Cowi y Michael Baker. El GDOT ha fijado para el segundo trimestre de 2026 la entrega de las propuestas finales para su posterior adjudicación.
Acabar con los atascos permanentes
La I-285 es una de las autopistas interestatales más utilizadas del país, y su tramo norte sufre de un serio problema de congestión provocado por los más de 240.000 vehículos que hacen uso de sus calzadas. De esta forma, el proyecto 'I-285 Top End Express Lanes' busca ofrecer una alternativa que mejore los tiempos de viaje, que se reducirán un 39% para los usuarios de estas vías de pago, y un 8% para el resto del público.
La actuación afecta al tramo entre South Atlanta Road y Henderson Road, así como a la SR-400 entre Glenridge Connector y la estación de North Springs. Se contempla la adición de dos nuevos carriles exprés en ambas direcciones, tanto a nivel suelo como en tramos elevados, que se situarán junto a los viales ya existentes. Los trazados nuevos atraviesan tres condados (Cobb, Fulton y DeKalb) y varios núcleos urbanos: Smyrna, Sandy Springs, Dunwoody, Brookhaven, Chamblee, Doraville y Tucker.
Este corredor está calificado como prioritario para el transporte de mercancías y el tránsito de pasajeros, y está diseñado para que las nuevas Managed Lines queden conectadas con las ya operativas en el estado de Georgia, en la I-75 e I-85, así como en las que se ejecuten en la SR-400.