Rusvel inicia la ampliación del Estadio de la Cartuja para el Mundial por 15 millones

Heliopol, empresa del grupo Rusvel, ha iniciado las obras de ampliación de las gradas del Estadio Olímpico de la Cartuja, tras adjudicarse una licitación de la Sociedad Estado de la Cartuja de Sevilla por importe de 15 millones de euros, de los que 10 son proceden de una aportación de la Junta de Andalucía en 2022 y el resto a través de apalancamiento financiero de la sociedad gestora del Estadio. El estadio alcanzará un aforo de 70.000 espectadores y estará adaptado para ser sede de partidos del Mundial de 2030 que se celebrará en España, Portugal y Marruecos.

La ampliación convertirá en gradas lo que ahora es una pista de atletismo en torno al terreno de juego, aumentando la capacidad en 12.500 espectadores sobre la situación actual. Habrá que rebajar el terreno más de cinco metros para hacerlo posible. Además incluye una reforma integral de los aseos, los espacios comunes y las instalaciones auxiliares.

Tras la reforma La Cartuja será uno de los mayores estadios deportivos de España. Sólo estarán por delante el Nou Camp de Barcelona (actualmente en obras para darle capacidad para más de 104.000 espectadores), el Santiago Bernabéu (85.000 tras su reciente reforma) y prácticamente a la par del Metropolitano de Madrid (70.465 asientos). Para el estadio sevillano se habla de 70.000 espectadores, a los que habrá que sumar palcos y otros espacios, con lo que seguramente superará al Metropolitano en aforo. De hecho, la Junta hoy ha indicado que será el tercero de España.

En menos de seis meses

"Esta obra representa un desafío para la compañía, no solo por su envergadura, sino por el plazo de entrega: un nuevo anillo de gradas que deberá completarse en menos de seis meses", ha explicado la compañía constructora que preside Miguel Rus.

"La constructora se ha comprometido al cumplimiento de la planificación de los trabajos, ejecutándolos en un plazo de seis meses (hacia finales de marzo de 2025), con la suficiente antelación para el cumplimiento de los compromisos del calendario y de la llegada del Real Betis Balompié", precisan desde la Junta de Andalucía. El Betis también tiene pendiente la reforma del Benito Villamarín (el quinto mayor estadio de España con más de 60.000 espectadores) y jugará en La Cartuja mientras duren sus obras.

Heliopol ya tiene experiencia en trabajos contra el reloj en un campo de fútbol, pues fue la encargada de una ampliación reciente precisamente en el Benito Villamarín.

Despliegue

."La obra será liderada por la línea de Obra Civil de Heliopol, con el apoyo de un equipo completo de Edificación y un respaldo extraordinario de varios departamentos estructurales de la empresa. Como parte de este refuerzo, se incorporarán al equipo miembros de la Oficina Técnica de Obra Civil en su totalidad, además de la colaboración especial del Departamento de Mejora Continua que guiará los pasos de planificación técnica de la obra mediante el Last Planner System", han indicado desde la empresa.

Una vez que finalicen las obras en el Villamarín, se retomarán los trabajos en La Cartuja para una nueva fase de las reformas, previstas ya para el primer semestre de 2027 y con una duración de año y medio, para conseguir una reforma integral de las instalaciones para adaptarse a los estándares de la FIFA, incluyendo la sustitución de las fachadas y piel del estadio. En esta segunda fase se abordará también la ordenación de las parcelas aledañas para trabajar en una movilidad que permita el acceso de forma adecuada, uno los puntos débiles de las instalaciones actualmente.

De la ruina a la élite

La Consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, ha destacado que "la ampliación del aforo del Estadio La Cartuja es una apuesta estratégica del Gobierno de Juanma Moreno, que ha convertido un estadio que iba a ser declarado en ruina técnica por el PSOE en una referencia entre los grandes recintos deportivos de España".

Quien fuera consejero de Deportes, el fallecido Javier Imbroda, tiene mucho que ver en la transformación del estadio, pues apostó fuerte por recuperarlo y lo convirtió en sede de la Eurocopa, finales de la Copa del Rey y otros eventos de primer nivel internacional, tras muchos años de abandono y desuso por falta de mantenimiento.