
Tras dispararse con la pandemia, Fluidra ve ahora como la caída en la venta de piscinas se ha llevado por delante el 20% de la facturación y el 40% del beneficio. Y aunque la compañía catalana avanza un 22% en bolsa en lo que va de año, cotiza a la mitad de sus máximos de 2021. La firma asume además que la recuperación no llegará en 2024, año para el que esperan que la piscina residencial – su principal línea de negocio- siga por debajo de los niveles de 2019, antes del boom de la industria con la pandemia. Además, las tensiones de la inflación proseguirán en los próximos meses.
En una reunión con analistas posterior a la última presentación de resultados, los directivos de la organización admitían que no esperaban una recuperación en la construcción de nuevas piscinas a pesar de llevar ya dos años de corrección. "Aunque no debería estar muy lejos del mínimo, creemos que estamos o estaremos por debajo de los niveles de 2019 en la mayoría de los principales mercados", explicaron.
Un comportamiento "relativamente mejor" debería mostrar el negocio del mantenimiento, más resiliente que las nuevas construcciones, como ya ha sucedido este año. Sí esperan un crecimiento de la piscina comercial, la única división que crece (+3,1%) frente al descenso generalizado del 17,5%.
"La dinámica de la piscina comercial es buena, porque el turismo se ha reactivado, mientras la nueva construcción todavía está resentida, pero empuja positivamente que el parque de piscinas ha crecido y necesita mantenimiento", desgranaba Eloi Planes, presidente de la cotizada, en una entrevista reciente con elEconomista.es.
La inflación, especialmente en la mano de obra, continuará en 2024 para Fluidra
La atonía del mercado irá acompañada de una inflación que todavía no remitirá pese a la relajación de costes en transporte, logística y algunas materias primeras. No se recuperaron eso sí los niveles previos a la escalada de precios. Además, las subidas se mantienen "en todo lo relacionado con la mano de obra", tanto directa como de componentes con fuerte implicación de trabajo. "Esperamos una tendencia similar para todo 2024", asumen.
Por ello, Fluidra trabaja en dos vías: trasladar los incrementos a los clientes y recortar sus propios gastos.
En el primer capítulo, la empresa ya ha aprobado subidas de entre el 3% y el 5% en Estados Unidos, una escalada que también aplicará en Europa, aunque de forma ligeramente inferior, a partir del 1 de enero. En el segundo, la organización mantendrá su plan de simplificación con el que pretende ahorrar hasta 100 millones de euros entre 2023 y 2025 y con el que mejorará sus márgenes.
Con todo, Fluidra declinó ofrecer un guidance para el año 2024 más concreto que las tendencias detectadas en el mercado.
A la espera del plan estratégico
Una vez se estabilice la inflación, la organización se ha comprometido a presentar su nuevo plan estratégico, aunque Planes avisó que las líneas estratégicas no variarían mucho: "conseguir la smart pool, una piscina siempre preparada y de bajo consumo en electricidad y agua". Mientras, Fluidra trabajará para "seguir ganando eficiencia y penetración de mercado".
En el apartado de las compras, no descarta nuevas operaciones, pero la firma está ahora centrada en equilibrar su balance. "Estamos en múltiplos de deuda que consideramos altos, porque nos gusta estar entre 2 y 2,5 veces ebitda, pero tenemos la deuda muy bien estructurada y la vamos bajando", admitía el ejecutivo.
Hasta septiembre, la compañía logró rebajar la deuda, que pasa de 1.325 millones a 1.230 millones en un año. Solamente durante el tercer trimestre, el pasivo se recortó en 70 millones de euros, presume la organización.