La familia Villar Mir se desvinculará completamente de OHLA, la constructora que creó Juan Villar Mir en los años 90, el próximo 30 de junio cuando se consume la salida de su primogénito, Juan Villar-Mir de Fuentes, como vicepresidente y consejero de la compañía.
El que fuera presidente de la firma hasta la entrada en el capital de los hermanos Amodio no renovará su mandato en el órgano de gobierno OHLA después de que Grupo Villar Mir (GVM) traspasara el 7% que mantenía en su capital al fondo Tyrus.
OHLA aprovecha la salida de Villar-Mir del consejo para reforzar el buen gobierno corporativo. Así, el hasta ahora vicepresidente dejará su asiento como consejero dominical -por la participación del 7% que tenía GVM- y nombrará a la mexicana Ximena Caraza Campos como consejera independiente. Con ello ampliará la representación de independientes y de mujeres, alcanzando el 30%.
La junta del 30 de junio renovará el mandato de José Antonio Fernández Gallar como consejero ejecutivo, siendo ratificado además como consejero delegado
Caraza Campos es consejera independiente del consejo de administración de Realia, presidenta de la CNR y miembro de la Comisión de Auditoría de esta compañía referente en el sector inmobiliario. Caraza compatibiliza este cargo con la Dirección General de la Casa de México en España.
El consejo pasará a estar formado por seis independientes, tres dominicales y un ejecutivo. Este último corresponde al consejero delegado, José Antonio Fernández Gallar, cuya renovación por cuatro años más también se someterá a votación en la junta. La asamblea reelegirá igualmente a los independientes Carmen de Andrés, Cesar Cañedo-Argüelles y Reyes Calderón.
OHLA anunció este jueves sus resultados del primer trimestre en el que redujo sus pérdidas a 7,8 millones de euros en el primer trimestre del año, frente a los 12 millones que acumuló en el mismo periodo de 2022. Una mejora que sustenta en la positiva evolución de los resultados operativos pero que aún se hace insuficiente para tornar en beneficios por los costes financieros asociados a su deuda.
En concreto, la compañía que preside Luis Amodio situó su resultado bruto de explotación (ebitda) en 20 millones de euros, lo que representa un 39,9% más que un año antes en términos comparables, al excluir de su perímetro el negocio de servicios que ahora se contabiliza por puesta en equivalencia al calificarse como mantenido para la venta. La compañía mantiene los objetivos para este año.
El grupo cerró el mes de marzo con un nivel de ventas de 637,5 millones, un 16% más, y sumó nuevos proyectos por 598,3 millones, en línea con lo logrado un año antes. Con ello, la cartera pro-forma se sitúa en 6.381,1 millones.