
Las constructoras y algunos fondos de infraestructuras se preparan para pujar por el Plan Extraordinario de Inversiones en Carreteras de Aragón, la mayor iniciativa de colaboración público-privada que hay en marcha en España actualmente y que movilizará más de 3.000 millones de euros.
Entre las grandes constructoras españolas algunas han formalizado consorcios o están ultimando los detalles finales, mientras que otras han decidido descolgarse del proyecto al estimar insuficiente los retornos de las concesiones. La próxima semana las empresas están llamadas para ofertar por los 11 contratos para la construcción y el mantenimiento de las vías, mediante un sistema de pago por disponibilidad durante un plazo de 25 años.
OHLA ha rubricado un acuerdo con la constructora catalana Comsa y el fondo de infraestructuras francés Meridiam para concurrir a alguno de los proyectos licitados por el Gobierno de Aragón, según señalan diversas fuentes del sector. El grupo que dirigen Luis Amodio y José Antonio Fernández Gallar buscará sumar nuevas concesiones en su objetivo de rearmar la división de concesiones. Para ello, como ha hecho en los proyectos ganados en los últimos años en países como Irlanda, España, Chile y Colombia, contará con el respaldo financiero del fondo. La firma gala que dirige en España Sergio Rodríguez había negociado con Alvac para formar también una alianza para alguno de los proyectos.
Mientras, Acciona ha decidido participar en el plan y ha conformado una UTE (unión temporal de empresas) con Padecasa y la local Papsa. Otra aragonesa, Pacsa, ha llegado a un acuerdo con Vialex (Sorigué). Según indican en el mercado, es posible que haya algunas empresas que concurran a través de diferentes consorcios en los distintos proyectos.
Entre las grandes constructoras españolas no está previsto que FCC, Ferrovial y Sacyr se presenten, si bien no tomarán la decisión hasta el último momento. Entre las indecisas figura también la gallega Puentes, que ha negociado con un fondo.
El Ejecutivo de Aragón ha dividido el programa en dos licitaciones, con 10 contratos en una y uno en otra
No son los únicos. Hay algún otro consorcio que se ha caído porque "el número no entra", explican fuentes sectoriales, que incluso apuntan a que las dudas son tales, con las elecciones además a la vuelta de la esquina, que "hay miedo a que finalmente el concurso no salga adelante". Alguna compañía también ha pedido más plazo.
Entre los consorcios que llevan meses trabajando para el plan de Aragón aparecen los formados por la andaluza Azvi, a través de su concesionaria Cointer, y Grupo Marco, original de Binéfar (Huesca). El fondo galo Ardian también se alió, a través de su concesionaria de carreteras portuguesa Ascendi, con la compañía zaragozana Grupo MLN (Mariano López Navarro). Pavasal hizo lo propio con la turolense AIC, Sarrión con Cyopsa, Emipesa y Grañén; Lantania con CHM y Altius, y la aragonesa Vidal con API, firma española de conservación de carreteras propiedad de la francesa Vinci.
El Ejecutivo de Aragón ha dividido el programa en dos licitaciones: una incluye 10 contratos con un presupuesto base de 2.192 millones y el plazo de presentación de ofertas está fijado para el 27 de abril; y la otra es un único proyecto (Gallur-Egea) por 293,8 millones y fecha de presentación el próximo 25 de abril.
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