Aunque desde el Gobierno muchos de sus miembros han asaltado la primera línea mediática para atacar la decisión de Ferrovial de mover su sede social de España a Países Bajos por considerar que busca con ello pagar menos impuestos, el grupo de infraestructuras que lideran Rafael del Pino e Ignacio Madridejos defiende el mínimo impacto que esta operación tendrá para las arcas públicas españolas. No en vano, los cálculos de la compañía es que el cambio de sede apenas afectaría en ocho millones de euros sobre el global de la tributación de 2022 de la empresa, que en España alcanzó los 282 millones de euros. El ahorro fiscal, por tanto, sería inferior al 3% y se corresponde, además, con las retenciones de los dividendos que paga a sus accionistas y con los gastos de la Seguridad Social de los trabajadores que Ferrovial prevé trasladar a Ámsterdam y que se estima en el entorno de 20 o 30 personas.
Ferrovial pagó en concepto de impuestos 1.569 millones de euros en 2022 en todo el mundo, un 13,3% menos que en 2021, cuando la cifra alcanzó los 1.810 millones. Del total en el último ejercicio, en España tributó por 282 millones, lo que equivale al 18%. Esta cantidad supone un 63,2% menos que en el ejercicio anterior, cuando España emergía como el mayor receptor de impuestos por parte del grupo de infraestructuras con 767 millones. Este descenso tan pronunciado deriva, fundamentalmente, de la salida del perímetro de sus negocios de Servicios. La compañía generó unos ingresos de 7.551 millones en 2022, de los 1.441 millones corresponden al mercado español.
Ferrovial someterá a la junta de accionistas la decisión adoptada por el consejo de administración de trasladar su sede social a Países Bajos y comenzar a cotizar en la bolsa de Ámsterdam en primera en instancia, y posteriormente en Nueva York (Estados Unidos). Lo hace con los objetivos de aumentar su liquidez, rebajar los costes de financiación e impulsar su proyección internacional en aras de crecer, sobre todo en Estados Unidos, y captar mayor talento, pero también para proteger los dividendos que recibe de sus proyectos de infraestructuras en el mundo (475 millones de euros en 2022 y 550 millones de euros en 2021), y en definitiva, disminuir su factura fiscal, dadas las condiciones tributarias más favorables que ofrece la Administración neerlandesa.
Ferrovial, no obstante, mantendrá filiales operativas en España, por lo que aún contribuirá fiscalmente, de manera directa e indirecta, a las arcas públicas nacionales. Desde la compañía señalan que incluso podría llegar a tributar más en el futuro.
Ferrovial selló a finales de 2021 y comienzos de 2022 la venta del grueso de la división de Servicios a través de dos procesos. Por un lado, la compañía vendió en diciembre de 2021 el 100% de su negocio de Medio Ambiente, con Cespa como buque insignia, al grupo alemán PreZero. Y, por otro, en febrero de 2022 materializó el traspaso al fondo español Portobello del 74,99% del área de Servicios de Infraestructuras, especializada, entre otras actividades en facility management, conservación de carreteras, gestión de torres de control, operación de bicicletas compartidas o eficiencia energética. A partir de esta sociedad se ha creado Serveo, en la que Ferrovial mantiene el 24,99%.
Estas desinversiones, junto con las de otras filiales tanto de Servicios como de otras áreas en países como Reino Unido y Estados Unidos ejecutadas entre 2021 y 2022, propiciaron la sustancial rebaja mencionada en la contribución fiscal de Ferrovial. El recorte es mayor en España por las ventas de Servicios referidas, hasta el punto de que ya no es el país en el que más contribuye fiscalmente la compañía. Esta condición la ostenta ahora Reino Unido -incluyendo Irlanda-, con una factura tributaria de 829 millones de euros en 2022 (624 millones de 2021).
540 millones en tributos
Tras Reino Unido figura España con 282 millones tributados (767 millones en 2021), seguido de América, que abarca Estados Unidos, Canadá, Brasil, Colombia, Chile, Perú y Puerto Rico, con 210 millones (214 millones el año anterior) y Polonia, con 209 millones (123 millones en 2021). Los 39 millones restantes (62 millones en el ejercicio precedente) se reparten entre Australia, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Países Bajos, Portugal, Qatar, Eslovaquia, Turquía, Arabia Saudí y Omán.
De los 1.589 millones de euros con que Ferrovial contribuyó a las Administraciones fiscales de los países en que opera, 117 millones corresponden a impuestos sobre beneficios (158 millones en 2021) y 423 millones a otros impuestos (520 millones en el ejercicio precedente). Ambas partidas, por un total de 540 millones (678 millones) conforman los tributos pagados por la compañía, que son aquellos soportados por la empresa derivados de su actividad y operaciones, que representan un coste directo (por ejemplo, el Impuesto de Sociedades, el IVA no deducible, el impuesto sobre el trabajo -empleados-, los impuestos locales, etc.). A ellos se suman los impuestos recaudados, que para Ferrovial ascendieron a 1.029 millones de euros en 2022 (1.132 millones en 2021). Estos se refieren a los recaudados por el grupo y pagados a las finanzas públicas por cuenta de terceros como, por ejemplo, el impuesto sobre el trabajo (empleados), el IVA neto, las retenciones, etc.
La distribución de los 282 millones que hizo frente Ferrovial en impuestos en 2022 se reparten entre impuestos a los beneficios, con nueve millones (44 millones en 2021), 117 millones en otros impuestos (334 millones un año antes) y 156 millones de impuestos recaudados (389 millones en 2021).
La salida del perímetro de Ferrovial del grueso de su filial de Servicios propició también que la plantilla se redujera hasta los 24.191 empleados al cierre de 2022, frente a los 63.070 que tenía en 2021. Del total, España acapara 5.413 trabajadores, Estados Unidos 4.178, Polonia 6.102, Reino Unido 1.160 , Canadá 615 y Latinoamérica 5.271.