Industria

La amenaza de deslocalización industrial tras la DANA amaina 9 meses después de las riadas

Un polígono industrial en Ribarroja tras la DANA.
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La catástrofe con 228 fallecidos y miles de millones de euros de daños que dejó el agua a su paso por el sur del área metropolitana y decenas de municipios de Valencia el fatídico 29 de octubre también lanzó muchos interrogantes. Y uno de ellos era que iba a ocurrir con miles de empresas e industrias devastadas a la hora de volver a levantarse y si optarían por volver a invertir su dinero y sus esfuerzos en el mismo lugar donde las inundaciones hicieron mella.

Nueve meses después varios de los símbolos empresariales de algunos de los momentos más duros de la tragedia, como los centros comerciales Bonaire y MN4, han reabierto sus puertas tras inversiones millonarias y la colaboración de todo tipo de personas y entidades. Una realidad que contrasta con la continua guerra y descalificaciones diarias entre los máximos responsables de las administraciones públicas más atentos a los intereses de sus partidos.

En sectores como el metal o el automóvil, los elevados daños materiales y la propia situación hacían temer que algunas empresas internacionales pudiesen mover ficha tras lo ocurrido. De hecho, así ocurrió con una empresa de uno de los sectores históricos en L'Horta Sud, la madera y el mueble. La multinacional Formica, especializada en laminados decorativos, sorprendió al anunciar que abandonaba su planta en Albal con 154 trabajadores tras la destrucción por la riada.

Un cierre que amenazaba con un efecto dominó después de que otras empresas familiares de ese sector, como Tableros Folgado, ya hubiesen renunciado a levantar la persiana, en ese caso también por la falta de relevo, según publicó Economía Digital.

La mudanza de Campofrío

Hace unas semanas se desveló otra mudanza de una gran industria golpeada por la DANA. Campofrío anunció el traslado de la producción de la histórica fábrica de la antigua Oscar Mayer en Torrent, con la construcción de una nueva factoría en otro de los municipios que vivió una riada dantesca ese día, Utiel. Pese a su traslado la planta seguirá en la provincia y mantendrá los 300 empleos, además de garantizar una elevada inversión: 134 millones de euros. Campofrío ya vivió en sus propias carnes otra catástrofe traumática, el incendio que devastó su planta en Burgos en 2014.

En los primeros discursos sobre los planes para la recuperación económica y reconstrucción se mencionaba el traslado de empresas e industrias afectadas a zonas consideradas más seguras y donde no llegase el agua en caso de que se repitan estos episodios demasiado frecuentes en la historia de esta tierra. Tras la DANA la mayoría de las administraciones suspendieron las licencias de actuaciones urbanísticas en las zonas inundadas, incluida la propia Generalitat que ha puesto en marcha la fórmula del Plan Especial Urbanístico de Reconstrucción (PEUR) para que los municipios afectados puedan planificar desarrollos de zonas para viviendas o industrias de manera más ágil.

Ribarroja propone 3,6 millones

El primer ayuntamiento en presentar un plan de este tipo ha sido Ribarroja, precisamente para habilitar dos grandes zonas de suelo industrial con 3,6 millones de metros cuadrados donde se puedan instalar empresas tanto del propio municipio que se planteen reubicarse como de otros municipios afectados. Se han elegido terrenos en zonas no inundables y seguras según los estudios técnicos. "No hemos tenido una sensación de efecto huida de empresas con la DANA" explica la concejal de Áreas Industriales de Ribarroja, Teresa Pozuelo. "Que sepamos sólo una empresa se está planteando irse a otra provincia porque estaba en alquiler", comenta.

Según explica la concejal del municipio que alberga más de 2.000 empresas, el 80% de logística, desde que anunciaron ese Plan Especial Urbanístico de Reconstrucción varias empresas ya han pedido información. "Se trata de grandes compañías que sobre todo tienen distintas localizaciones y están interesadas en centralizar y unificarlas en un único lugar", explica.

Pese a todo desde el Ayuntamiento dejan claro que el desarrollo del suelo aún tardará años, especialmente en la mayor bolsa de suelo propuesta. El propio Ayuntamiento y la propia Generalitat deben ahora estudiar la demanda de empresas interesadas en esas ubicaciones para valorar la viabilidad económicas. Además, aún es preciso los estudios de revisión de las cartografías y catálogos inundables.

La concejal de Ribarroja también explica que a la vez están finalizando un estudio con nuevas recomendaciones y condiciones exigibles para nuevas construcciones, como la altura de los muros tras la experiencia de las riadas. La intención es que en septiembre el consistorio pueda levantar la suspensión de licencias para actuaciones y reparaciones de acuerdo a esos nuevos requisitos.

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