
Esta semana el Consejo de Administración de Indra cerrará los flecos para adquirir e integrar Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) dentro del conglomerado militar. Su compra añadirá una división de la que hasta ahora adolecía Indra: productos bélicos terrestres, particularmente estaciones de combate y mecanismos de guiado de munición. Aunque la operación no ha estado exenta de polémica, sigue una tendencia europea de consolidar campeones nacionales de la defensa ante el rearme continental.
Cañones y munición guiada
Indra se ha convertido en la firma con mayor peso mediático en el apartado militar de España. Como empresa tecnológica reenfocada por completo en la defensa, se ha lanzado a adquisiciones en diferentes subsectores para consolidar una cartera versátil. Fruto de esta filosofía se encuentra la compra de Hispasat e Hisdesat, las firmas satelitales españolas; la toma completa del proyecto del VCR 8X8 Dragon y el conflicto con Santa Barbara por comprar la empresa e integrar un gigante terrestre.
Justamente es en esta rama militar donde Indra se encuentra más verde. La compra de Escribano permitiría integrar un paquete de productos militares centrados en sistemas de cañones (denominados 'estaciones de combate'), munición guiada, sistemas contradrón y mecanismos de detección terrestre.
De estas ramas, la principal son las estaciones de combate. Este año representará la mitad de los pedidos del grupo, con más de 240 millones de euros de facturación previstos. Dentro de la familia de sistemas de EM&E, destaca el par Guardian/Sentinel 30 para vehículos y buques. Está compuesta de un cañón de 30 mm MK 44 Bushmaster II a la que, en el caso del modelo terrestre, se añade el cañón de 30mm 2A42 y una ametralladora coaxial de calibre 7,62mm como elemento secundario.
Para 2030, Escribano espera que dos familias de productos crezcan con mayor profusión: los sistemas de guiado de artillería y misiles, con un incremento de la facturación del 36%, y las aplicaciones contradrón, con un crecimiento del 48%. En el caso del primer grupo, la firma complutense ha desarrollado el sistema Alkon, estructurado en tres tipos de municiones:
- Sistema de guiado compatible con morteros de 120 mm. La empresa asegura que tiene un margen de error inferior a 10 metros en lanzamientos de hasta 8 km.
- Guiado de cohetes de 122 mm con lanzamientos de hasta 40 km y menos de 10 metros de margen de error.
- Guiado de misiles de hasta 300 mm y proyectiles de artillería de 155 mm, siendo compatible sólo con intrusión profunda. Tiene un margen de error inferior a 30 metros en lanzamientos de hasta 40 km.
Contradrones
Las guerras de Ucrania y Oriente Medio han mostrado la importancia de los ataques de artillería y bombardeo de misiles de largo alcance en el desarrollo de las contiendas. Junto a ellos, se ha desarrollado una división de drones que ha revolucionado la guerra y ha supuesto un quebradero de cabeza para las empresas militares, que deben hallar sistemas de protección frente a estos.
Escribano cree que la línea de productos contradrón será la de mayor crecimiento de la compañía hasta 2030. Lo que podrá aprovechar Indra para integrarlos en sus sistemas aéreos. EM&E ha centrado sus esfuerzos en desarrollar sistemas contra vehículos no tripulados basados en sus productos de vigilancia y sus estaciones de combate. El objetivo es que las armas de Escribano detecten a tiempo al dron y lo derriben antes de que alcance un vehículo de combate o una posición fortificada.
Del éxito o fracaso de este tipo de sistemas dependerán en gran medida las compañías militares en el futuro cercano. El bajo coste y producción masiva de drones que pueden destruir tanques, aviones o fortificaciones de docenas de millones de euros han puesto en entredicho la guerra contemporánea y han postergado largas campañas de bombardeos en frentes relativamente estáticos. La posición de Escribano e Indra en sistemas defensivos contra ellos será clave en los próximos años ante el rearme europeo.