
La tan ansiada reindustrialización sigue sin llegar para el que ha sido durante décadas uno de los motores de la industria manufacturera valenciana: el textil. En un año en que se ha confirmado el cierre definitivo de la histórica Marie Claire tras una larga agonía y que la firma alicantina de hilaturas Belda Llorens también va camino de la liquidación, uno de los últimos buques insignia de esta industria en Valencia, la centenaria Tejidos Royo, afronta una huelga.
El sindicato CCOO ha convocado una huelga los próximos 14 y 15 de julio en las dos plantas de la empresa Tejidos Royo en Picassent (Valencia). La protesta laboral se produce tras la decisión de la dirección de trasladar la producción desde esas instalaciones a otras en Alcudia de Crespins, ubicada a 55 kilómetros de distancia.
La medida anunciada por la compañía afecta a unos 140 trabajadores y según explican los representantes de los trabajadores la mayoría de esa plantilla reside en la zona metropolitana de Valencia, por lo que el traslado forzoso supondrá inconvenientes como un aumento notable del tiempo de desplazamiento diario y dificultades para conciliar la vida laboral y familiar.
Según el sindicato, esta medida se pretende ejecutar sin diálogo con la representación legal de la plantilla y sin que se plantee la búsqueda de alternativas para reducir el impacto del traslado en la plantilla del fabricante textil.
Los planes de la compañía pasan por reubicar tanto la maquinaria de producción como el empleo de sus dos plantas en Picassent. Una está dedicada a la tejeduría, en la que se llevan a cabo el tisaje, y otra dedicada a los acabados. Además, el grupo tiene sus oficinas centrales en Picassent.
En Alcudia de Crespins, donde la empresa nació hace más de 120 años, la compañía ya posee una planta de hilatura, en que elabora hilados a partir de fibra en bruto y distintos tipos de filamentos a partir de algodón y tencel como principales materias primas. También se ubica allí la planta de tintura, que alberga todo el proceso de tintura en hilo y la base sobre la que se teje el denim, el tejido de los vaqueros, cuyo tratamiento es una de sus grandes especialidades.
Redimensionamiento industrial
Según recoge la memoria de las últimas cuentas de la sociedad matriz José Royo, cerradas en junio de 2024, ante la caída de su negocio y la rentabilidad el grupo ha puesto en marcha un plan estratégico que incluye "un redimensionamiento industrial, apoyado en la unificación de instalaciones".
La firma fundada en 1903 y que sigue en manos de la familia Royo ha sufrido una fuerte caída de su negocio, con un recorte de las ventas acumulado del 35% y pérdidas en sus últimos tres ejercicios. En el ejercicio cerrado en junio de 2024 sus ventas se situaron en 30,1 millones de euros, con pérdidas de casi dos millones de euros, que logró amortiguar frente a los más de 4,3 millones del año anterior.
El informe de gestión recoge datos del sector textil español alarmantes, como que la producción industrial del sector cayó un 9,2% en 2023, después de desplomarse un 16,1% en el ejercicio anterior. Además destaca que su sector, la moda, no es uno de los que ha registrado incrementos de demanda sino que los principales mercados europeos sufren problemas para crecer. "Dice nuestro Gobierno que "España va como un cohete", pero ese crecimiento se apoya en 2 aspectos, el tirón del turismo extranjero y el desorbitado gasto público financiado vía endeudamiento", llega a afirmar el informe de los administradores.
Costes y nuevos mercados
Tejidos Royo explica que su plan estratégico busca "continuar ajustando los costes", para lo que se basa en apostar "por la innovación y sostenibilidad" y la búsqueda de nuevos mercados "desligados del consumo discrecional", es decir, el de la moda tradicional. De hecho, además de su fuerte especialización en denim, la tela de los vaqueros, Royo ha apostado por tejidos técnicos para nichos muy especializados como la ropa de motorista, deporte o la ropa laboral de profesionales cuya indumentaria tiene que cumplir unos requisitos técnicos que les dan mayor valor añadido.
Entre los objetivos del plan también incluye "búsqueda del máximo valor y rentabilidad de todos los activos societarios", lo que permite vislumbrar la intención de rentabilizar los edificios que ocupa en Picassent.
Inversiones a la espera de Next Generation
El informe de gestión del pasado ejercicio también muestra la desesperación de muchas industrias ante los retrasos en los fondos europeos anunciados a bombo y platillo para la reindustrialización. "La empresa sigue esperando los tan nombrados fondos Next-Generation, a los que tanta publicidad se ha dado. Hemos presentado solicitudes a diferentes líneas: proyectos de innovación, circularidad, trazabilidad, y tecnológica (aplicaciones de visión artificial, inteligencia artificial). Ante la tardanza en la respuesta, la empresa ha tenido que ir acometiendo los mismos sin contar con dichas ayudas, ya que lo que no se puede es parar nuestra actividad" recoge.
Pese a ello concluye que "todavía confiamos en que puedan finalmente llegar a nuestra empresa", algo que parece estar más cerca en el caso de uno de los proyectos del Perte de economía circular. Hace unas semanas uno de sus proyectos fue incluido entre los asignados finalmente por el Miteco a través de la Fundación Biodiversidad, con casi 600.000 euros para un proyecto con una inversión de 1,4 millones.
Unas ayudas que también se concedieron a la alicantina Belda Llorens pero que han llegado demasiado tarde, ya que la empresa de Alicante entro en concurso y el juez ha aprobado el inicio de la fase de liquidación.