Valencia
La cadena de moda femenina low cost Valentina, que tuvo un fulgurante crecimiento de la mano del comercio electrónico, se convierte en otra de las víctimas en diferido de la pandemia del Covid. Tras su éxito online la empresa de Elche apostó por crear su propia red de tiendas físicas en España, pero en pleno proceso de expansión el parón obligado por la Covid19, ha terminado dando al traste con sus planes.
La compañía ha echado el cierre de las cinco tiendas que aún mantenía y se encuentra en liquidación, después de no lograr llevar adelante el plan de reestructuración que pactó en 2023 para lograr un respiro financiero y tratar de reponerse de las pérdidas de más de 1,2 millones de euros del ejercicio anterior.
Unas dificultades que ya le habían llevado a reducir la estructura comercial y desprenderse de otros cinco establecimientos que había incorporado en Valencia, Sevilla, Zaragoza, Santander y Oviedo.
Pese a ello, la sociedad Teaser Marketing Online que gestionaba la cadena aún mantenía puntos de venta en Madrid, Valencia, Bilbao, Murcia y Elche, además de una plantilla de cerca de 60 personas, fundamentalmente en sus instalaciones y centro logístico en Alicante, con un volumen de negocio de cerca de 9 millones de euros.
El acuerdo fallido
El pacto logrado con los principales acreedores, que fue respaldado por la homologación del juzgado mercantil, ofrecía tres alternativas para alargar los pagos. Los bancos con los que la empresa de retail mantenía la mayoría de su deuda optaron por una opción que incluía no aplicar una quita a esa deuda y un periodo de carencia de dos años.
Además, en su caso el plan prolongaba los plazos para amortizarla, con el pago del 7,5% anual de la deuda entre el tercer y el sexto año y el 10% anual de la deuda entre el octavo y décimo año y el resto a partir de entonces hasta los doce años, con un interés del 5,50% anual sobre el capital pendiente de amortización.
Otra de las medidas que incluyó el plan de reestructuración que contó con el visto bueno de la mayoría de deudores también se incluía una quita del 100% de los créditos ostentados por los socios de la firma, que esta controlada por su fundadora, Beatriz Sánchez.
Entre los mayores acreedores también se encontraban las Administraciones Públicas, con un pasivo de cerca de 1,7 millones de euros a la Agencia Tributaria y la Seguridad Social que era uno de los grandes dolores de cabeza de la compañía.
Del éxito a liquidación
La empresa de moda de mujer low cost que nació en Elche en marzo de 2015 con una inversión inicial de apenas 200 euros bajo la denominación de La Tienda de Valentina, a partir de la propia emprendedora Beatriz Sánchez.
Gracias a su estrategia en redes sociales y el apoyo de blogueras e influencers logró un fuerte crecimiento en apenas unos meses, hasta el punto de que la tienda online obtuvo varios premios dirigidos a startups y comercios online emergentes. Sin embargo, el salto a las tiendas físicas de su modelo de negocio al final no terminó de cuajar al no lograr el volumen suficiente y finalmente el Mercantil de Alicante aprobó su concurso con liquidación.
