
El Gobierno vasco ha presentado hoy el Plan de Industria Euskadi 2030, donde engloba las partidas presupuestarias anunciadas hasta la fecha a través de sus múltiples herramientas. Esta hoja de ruta contempla una dotación pública de 3.900 millones de euros durante esta legislatura, con la que el Ejecutivo vasco espera movilizar otros 12.000 millones de inversión privada.
De esa bolsa pública contemplada para el período 2025-2028, 2.100 millones de euros proceden del Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad; 1.000 millones se canalizarán por parte del Instituto Vasco de Finanzas a través de la Alianza Financiera Vasca puesta en marcha el pasado mes de marzo; 200 millones del fondo Finkatuz; y otros 600 millones han sido reservados desde otros departamentos del Gobierno vasco, como el Departamento de Ciencia y Universidades.
Estos recursos, sumados a los ofrecidos por las Diputaciones Forales y los fondos estatales y europeos, sumarán anualmente una inversión pública del 2% del PIB de Euskadi. Se trata, por tanto, de un fuerte respaldo por parte del departamento de Industria Transición Energética y Sostenibilidad en el tejido industrial vasco, cuyo presupuesto público aumenta un 50%, según ha destacado Mikel Jauregi, el consejero de Industria, junto a Juan Ignacio Pérez Iglesias, consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, en el laboratorio de I+D+i de Arteche, en Mungia. Aunque no ha podido estar presente Noël d'Anjou, el consejero de Hacienda y Finanzas, se trata de un acuerdo de Gobierno, que esperan que se vertebre como proyecto de país.
Por ello se desarrollará en coordinación con el futuro plan de inversiones de la Alianza Financiera Vasca y con el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 (PCTI) y se estructurará a través del Consejo Vasco de Industria, un Comité Estratégico y una Oficina de Gestión Técnica a cargo del Grupo SPRI, con participación activa de los 17 clústeres industriales y la alianza BRTA (Basque Research & Technology Alliance, que reúne a los 17 centros tecnológicos y de investigación de Euskadi.
Entre las prioridades de este plan destaca el arraigo empresarial, la atracción de inversión extranjera, el desarrollo del talento, la atracción de las mujeres a la industria, la descarbonización, incrementar el tamaño de las pymes y la inteligencia artificial.
Con este plan, que se encuentra aún en fase de borrador, Euskadi pretende destacar en Europa, ya que teniendo en cuenta su peso industrial, su objetivo es incrementar su actividad industrial como así pretende Europa, pero al partir de una base industrial mayor, esperan sobresalir como una región referente y líder en este ámbito.
En este sentido, esta hoja de ruta se alinea con las prioridades estratégicas europeas de innovación, descarbonización, autonomía estratégica y desburocratización, para contribuir al proceso de reindustrialización del continente. Y, siguiendo esta filosofía, la pasada semana el consejero tuvo oportunidad de presentar este plan al vicepresidente ejecutivo y Comisario de Mercado Interior, Stéphane Séjourné.
Empleo industrial de calidad
No obstante, desde Industria buscan acompañar a las empresas de una manera más clara, lo que conllevará una simplificación del número de programas, que actualmente rondan los 40, según ha puntualizado Jauregi, que se reducirán en número pero aumentarán su impacto.
Estrechamente ligado a este Plan de Industria está la generación de empleo especializado y de alto valor. Y es que el principal objetivo del Plan de Industria es sentar las bases para la creación de puestos de trabajo de alta calidad, estables y bien remunerados.
Proyectos transversales
El Plan de Industria cuenta ya con 20 proyectos sobre la mesa a los que se espera se vayan incorporando nuevos, ya que desde el Gobierno vasco mantienen visitas y encuentros periódicos con diversas empresas vascas con las que mantienen el pulso de los retos y aspiraciones del sector.
De esta forma, el documento presentado hoy ha sido elaborado por el Gobierno vasco con la colaboración de instituciones públicas, clústeres industriales, organizaciones empresariales, empresas y también la Comisión Europea.
Así, el plan priorizará la inversión, tanto en sectores tractores a día de hoy como los componentes de automoción, la energía, la fabricación avanzada, la metalurgia y la movilidad sostenible, como en sectores con potencial tractor a futuro, como el aeroespacial, el biosanitario, las soluciones digitales avanzadas, las redes inteligentes y el almacenamiento energético o los combustibles renovables. Además, impulsará la inversión en I+D+i, la digitalización y las nuevas infraestructuras energéticas.
Todos ellos seguirán el modelo de colaboración público-privada, aunque 10 de ellos serán liderados por instituciones públicas y los 10 restantes por parte de empresas privadas. Otro punto en común es que tendrán en común su espíritu "transformador" para generar nuevo tejido industrial, si bien "se regirán con planes de negocio y se exigirán resultados", advierte Jauregi. A partir de ahora "se abre un proceso de socialización con agentes sociales, económicos y empresariales para enriquecer el plan y dar forma a proyectos transformadores", con la vista puesta en que la versión definitiva se apruebe en Consejo de Gobierno y se apruebe en el Parlamento después del verano.