
Uno de los diseñadores valencianos que logró tener éxito con su propia empresa de mobiliario, Víctor Carrasco, amplía su cartera de inversiones en un sector muy distinto al suyo: la minería. Su vehículo de inversión, Laproe, ha liderado la entrada en un grupo de inversores privados en la empresa familiar valenciana Sílices y Caolines Martí (Sikamar) a través de una ampliación de capital.
Carrasco, que además de fundar en el año 2000 la firma de muebles Viccarbe Hábitat era uno de sus principales diseñadores y también ha colaborado como creador con otras marcas, traspasó esa empresa a la multinacional estadounidense de equipamiento Steelcase en 2021. Una operación que incluyó el pago de 30 millones de euros en efectivo, además de incluir una opción adicional de 19 millones de euros en variables, en función de los objetivos durante los 5 años siguientes a la operación.
Después de esa venta, a su labor como diseñador y empresario Carrasco ha sumado la vertiente de inversor, ya que a través de Laproe también participa en firmas como la hotelera Vivood (que tuvo entre sus socios al presidente de Mercadona, Juan Roig) y en empresas innovadoras, como el fabricante de piscinas de polímeros Poolins, la firma de paneles de diseño Archipanels el fabricante de packaging Obrador o la inmobiliaria Coherentia. También participó en el fabricante valenciano de baterías Endurance.
La operación busca apoyar los planes de crecimiento de Sikamar, dedicada a la producción y comercialización de arenas de cuarzo y caolín de alta calidad. La compañía minera suministra estos productos a una amplia variedad de sectores industriales, entre los que destaca la cerámica, el vidrio o el químico.
Explotaciones en Valencia y Cuenca
Sikamar posee varias concesiones mineras en la comarca valenciana de Los Serranos, en los municipios de Andilla, Alpuente, La Yesa y Titaguas, además de una planta de tratamiento en Higueruelas (Valencia). Además, el grupo extendió sus actividad a la vecina provincia de Cuenca, donde cuenta con varias concesiones mineras próximas a Carboneras de Guadazaón y una planta de tratamiento de su filial Casocipa.
Con esta operación, la compañía familiar busca "consolidar su liderazgo y explorar nuevas oportunidades de mercado, manteniendo al equipo directivo actual como pieza clave del proyecto".
Así, además de asegurar el respaldo financiero con estos inversores minoritarios, también planea reforzar su estrategia de expansión y diversificación de mercados, para lo que tratará de aprovechar nuevas oportunidades.
La compañía minera ha contado con el asesoramiento de Livingstone en todo este proceso. Por su parte, el grupo de inversores que se han convertido en accionistas han sido asesorados jurídicamente por Borso Abogados.