Barcelona
Aunque los focos se dirigieron a los movimientos en su accionariado, Ercros no vivió un primer trimestre positivo. La compañía química vio cómo se encogían sus principales métricas, desde el beneficio hasta las ventas, por la situación generalizada del sector, con una caída de precios que marcó sus cuentas. La empresa catalana se dejó el 76 % de sus ganancias y el 15,7 % de la facturación, aunque logró reducir también sus gastos.
Según informó en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el resultado neto cayó desde los 12,7 millones del primer trimestre de 2023 hasta los 3,05 millones. El descenso llegó acompañado de una reducción del ebitda, que pasó de 27,8 millones a 14,2 millones, el 48,9% menos.
La compañía sufre así la debilidad generalizada del sector químico, marcado por la atonía de la demanda a nivel continental. La caída de precios que ha provocado no ha podido ser compensada por el abaratamiento tanto de las materias primas como de la energía, que ya están lejos de los récords de 2022. De este modo, las ventas bajaron el 15,7%, desde los 223,9 millones hasta los 188,7 millones, y los gastos se recortaron el 11%, desde los 196,09 millones hasta los 174,4 millones.
Durante los primeros tres meses de 2024, Ercros se vio obligada a incrementar su deuda, que escaló desde los 90,07 millones que marcaba el 31 de diciembre hasta los 113,17 millones de euros. La organización que dirige Antonio Zabalza lo justifica por la subida de los alquileres y por el flujo de caja negativo del periodo.
En el comunicado, la firma aspira a revertir la situación a lo largo de la segunda mitad de 2024, aunque tampoco ofrece datos concretos. "Deberemos esperar a que el año esté más avanzado para poder ofrecer previsiones más precisas", señala.
El baile accionarial en Ercros
Ercros aprovechó la presentación de resultados para explicar que, si la junta de accionistas lo aprueba, emitirá un dividendo de 9,6 céntimos por acción; un desembolso de 8,8 millones de euros que representará el 31,7% del beneficio del año pasado.
El pago llega en un momento en el que la empresa arma su defensa de la mano de Evercore y Uría Menéndez ante la opa de Bondalti. El propio consejo de administración explicó que no fue ni solicitada ni consensuada. Por ello, las fuentes del sector consultadas afirman que los asesores de la cotizada señalarán que el precio de 3,6 euros por acción es demasiado bajo.
Decidirán eso sí los minoritarios, pues el capital de la química está muy atomizado. Y es que entre los accionistas significativos –aquellos que superan la barrera del 3%- apenas ostentan el 20% del capital. Entre los nombres de referencia están el promotor Joan Casas Galofré (6,02%) y su esposa Montserrat García Pruns (3,61%), el fondo norteamericano Dimensional (4,99%) y el abogado Víctor Manuel Rodríguez (6,092%).