
Acerinox avanza con su retirada de Asia. Golpeada por la venta a pérdidas de las acereras chinas, la cotizada española hace meses que plantea la venta o el cierre de su instalación en Malasia. En este camino, la organización comunicó este jueves que a lo largo del segundo trimestre de este año suspenderá ya la producción a la espera de tomar una decisión definitiva sobre el centro.
La cotizada que dirige Bernardo Velázquez informó en la presentación de resultados del primer trimestre que "a la vista de la situación del mercado se va a proceder a parar la producción de Bahru Stainless y se están analizando las diferentes alternativas".
Y es que la instalación ha sido un agujero en las cuentas de Acerinox a lo largo de los últimos años. En el último trimestre de 2023 se realizó un nuevo deterioro de 156 millones que impactó en el resultado de la campaña y que se suma a los casi 350 millones en deterioros acometidos en los últimos años.
Como ya explicó elEconomista.es en noviembre, la empresa que lidera Bernardo Velázquez tenía la instalación en el mercado debido a la sobreoferta de acero en el continente. "Estamos abiertos a estudiar cualquier oferta cuando llegue, si llega", dijo el director financiero, Miguel Ferrandis, en un encuentro con analistas.
El centro está especializado en laminación en frío y en la venta de productos planos y ha dejado de ser un activo estratégico para Acerinox. Algunas veces afectado por los deterioros contables, otros años por el impacto del coronavirus y en otras ocasiones por el efecto de la actividad ordinaria, su aportación desde 2018 fue de -527 millones de euros para un grupo que dio beneficios cada ejercicio a excepción de 2019.
Los resultados del primer trimestre
Un trimestre más, Acerinox mantiene su línea a la baja por la caída de la industria del acero. La cotizada registró en el primer trimestre un beneficio de 53 millones de euros, un 61% menos de los 136 millones registrados en los primeros tres meses del año anterior. La organización recortó también las ventas, aunque muestra síntomas de mejoría frente al estado en el que terminó el año 2023.
La organización hizo públicos los resultados del primer trimestre de 2024, en el que sí volvió a beneficios tras dejarse 119 millones en los últimos tres meses del pasado ejercicio.
No obstante, todas las cifras van a la baja respecto al periodo comparable de 2023. Al descenso del 61% de las ganancias se suma una rebaja del 51% del ebitda, que pasa de 226 millones a 111 millones. El grupo se anotó un golpe de 31 millones de euros en el resultado bruto por el impacto de la huelga en Acerinox Europa. Mientras, las ventas que se encogen el 17% al pasar de 1.782 millones a 1.481 millones de euros.