
La gran industria catalana mantiene el ritmo por el momento pese a las restricciones activadas por la sequía que, en el área de Barcelona y Girona, en fase de emergencia, ya suponen un recorte del 25% en el consumo de agua para usos industriales. De momento, la tabla de salvación de las compañías son las mejoras de eficiencia aplicadas en los últimos años, según han indicado a elEconomista.es.
Con todo, el seguimiento de la situación y el contacto con la Generalitat es constante, y si no llueve en los próximos meses para recuperar la disponibilidad de agua, las afectaciones en las fábricas serán inevitables, aunque en unos sectores antes que en otros, según su intensidad de uso para las labores productivas.
En el caso de la empresa industrial que genera más empleo en Cataluña, Seat, de momento no hay riesgo de una bajada de ritmo por la sequía. La compañía cuenta con instalaciones de tratamiento, reutilización y saneamiento propias, y entre 2010 y 2023 ha reducido en un 45% el consumo de agua por coche, según sus registros.
También en la provincia de Barcelona está una de las plantas embotelladoras más grandes del mundo de Coca-Cola Europacific Partners. El complejo de Martorelles, inaugurado en 2006, tiene una capacidad de producción de más de 870 millones de litros anuales, con 11 líneas de llenado y más de 350 trabajadores.
Hay que tener en cuenta que aproximadamente el 90% de una Coca-Cola es agua, y también se utiliza agua en el proceso de fabricación, por ejemplo, para limpiar los envases, así como para pasteurizar bebidas como los zumos y las gamas de Aquarius y Nestea. En 2010, la compañía empleaba 2,17 litros de agua por cada litro de bebida que fabricaba en España, incluida el agua contenida en la botella, pero ya lo ha reducido a 1,76 litros, y el objetivo para el año 2025 es mejorar la eficiencia en el uso del agua en un 20% con respecto al dato de 2010.
Precisamente, la reutilización del agua, junto con la mejora de los procesos de lavado de los envases, son las dos principales vías que utiliza Coca-Cola para reducir el consumo de agua en la producción de las bebidas. En conjunto, las acciones desarrolladas desde 2010 han permitido disminuir un 18,7% el consumo de agua, indican desde la multinacional. Además, en Martorelles, parte del agua depurada que se desecha desde la planta se canaliza a la laguna cercana de Can Fenosa, a la que han regresado aves y fauna acuática.
Otra empresa que tiene en el agua un elemento clave es la cervecera Damm. Su fábrica de referencia, en El Prat de Llobregat (Barcelona), no está conectada a la red general de agua potable, sino que se abastece del acuífero de El Prat, que no se considera agua potable, con una concesión de la que está utilizando menos del 50% de la cuota.
Además, desde 2009, la compañía ha reducido en un 34% el consumo de agua por cada litro de cerveza producido. Así, aunque las instalaciones han aumentado un 60% la producción desde entonces, el consumo de agua es el mismo, con un ahorro de un millón de metros cúbicos al año, indican desde la firma, que también regenera el 75% del agua que no va a producto sino a otras necesidades de la fábrica.
Este agua pasa por una depuradora propia y después va a la depuradora del Baix Llobregat, desde donde ahora una parte se canaliza hasta la potabilizadora de Sant Joan Despí como una de las medidas para incrementar la disponibilidad de agua potable.
Otro referente en la industria catalana, el sector químico, tiene de momento a salvo a su principal polo porque se ubica en Tarragona y se abastece en un 80% del río Ebro, que está en mucha mejor situación que las cuencas internas catalanas y no requiere de restricciones.
De todas formas, la patronal territorial sectorial AEQT destaca que llevan años haciendo inversiones para reducir el consumo de agua, y actualmente un 18% de sus necesidades las cubren con agua procedente de aguas residuales urbanas de la zona, que regenera una empresa constituida por las propias empresas químicas, Aitasa.
Ahora, Aitasa ha obtenido una ampliación de la concesión de las aguas regeneradas, para aumentar el volumen reutilizado de 6 hectómetros cúbicos anuales de capacidad actual a 9 hm3/año, lo que permitirá alcanzar la meta que más del 25% del total de agua industrial consumida por el sector químico de Tarragona sea regenerada.
Asimismo, en junio de 2022 se puso en marcha una nueva planta de tratamiento conjunto de aguas residuales industriales que recoge las aguas ya tratadas por cada empresa del complejo y les da una nueva etapa de purificación antes de ser vertidas a través del emisario conjunto.
El siguiente reto es construir una nueva planta de regeneración, en este caso de aguas residuales industriales del emisario conjunto, a fin de que puedan reaprovecharse y volver a introducirse en el ciclo del agua como industrial. Los estudios piloto para convertir esa idea en una realidad ya están en marcha, y el objetivo es que la industria alcance más del 40% de consumo de agua regenerada, apuntando a un 50%.
Frente común empresarial
El Consejo Territorial de la Pyme (CTP) de Foment del Treball, formado por 19 agrupaciones empresariales territoriales, ha acordado unidad de acción para afrontar el estado de emergencia por la sequía en Cataluña y reducir el impacto sobre la actividad empresarial y la ciudadanía, trabajando directamente, y de forma unitaria, desde los diferentes territorios.
El presidente del CTP, que encabeza también la patronal vallesana Cecot, Xavier Panés, ha reivindicado este viernes: "Proponemos diálogo permanente para actuar con rapidez en situaciones como que aquellas industrias y empresas que tengan que detener la producción debido a las restricciones puedan acceder a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y ayudas compensatorias".
Las patronales de pymes del CTP piden que se establezcan órdenes generales de cómo aplicar las restricciones a las industrias por parte de los ayuntamientos, y en especial en aquellas industrias que han presentado planes de ahorro y eficiencia, así como que se amplíen las líneas de ayuda y subvenciones a todos los sectores por la inversión en la mejora de la eficiencia en el ciclo del agua.