
Conocida por sus palés de plástico con material reciclado, Ribawood diversifica su actividad para avanzar en circularidad y sostenibilidad. La empresa puso en marcha el año pasado dos nuevas plantas para la valorización y reciclaje de plásticos no peligrosos en Zaragoza, proyectándo ahora una ampliación de las instalación.
La empresa aragonesa comenzó a trabajar en esta línea en febrero del año pasado con el montaje de dos plantas de reciclaje de plástico y valorización de materiales postconsumo y postindustrial. Una actividad con la que cerró el año 2023 con alrededor de 7.000 toneladas de valorización de plástico, según explican fuentes de la empresa a elEconomista
Las dos plantas, situadas en el polígono San Miguel de Villanueva de Gállego, se suman a planta que la compañía ya tenía en esta localidad zaragozana y que alberga la actividad de inyección en la que cuenta con 12 líneas con tres tecnologías distintas.
Y, ahora, ha empezado a trabajar en la ampliación para lo que ha adquirido una parcela próxima a estos centros de trabajo. El objetivo es ampliar en 21.000 metros cuadrados. Una superficie que se sumará a los 10.000 metros cuadrados bajo techo que tiene en Riwabood II y a los 6.000 metros cuadrados de campa y 900 metros cuadrados de nave de Riwabood III.
La empresa puede valorizar 27.000 toneladas de plásticos no peligrosos
La ampliación se proyecta ya, aunque se prevé que pueda estar finalizada en el plazo de un año y medio aproximadamente por la obtención de las licencias. En total, en este proyecto de circularidad, Ribawood suma una inversión de unos 5 millones de euros, comprendiendo los dos centros de trabajo, la ampliación y la instalación fotovoltaica en Riwabood II para un autoconsumo al 100%.
La mayor disponibilidad de superficie permitirá a la compañía ampliar su capacidad productiva, pero también trabajar más cómodamente, puesto que la licencia actual de la que dispone permite una valorización de 27.000 toneladas de plásticos no peligrosos. La previsión para 2024 es valorizar entre 12.000 y 14.000 toneladas.

En estas instalaciones dedicadas a la valorización y reciclaje, Riwabood lleva a cabo este proceso para abastecerse a sí misma para la fabricación de sus palés de plástico, con base de un 80% de material reciclado. No obstante, el objetivo no es el autoabastecimiento por lo que mantiene acuerdos con proveedores estratégicos para disponer de la materia prima, dado que la compañía, además, consume unas 16.000 toneladas de material reciclado.
La materia prima que la compañía no utiliza para sus palés y contenedores son empleados para otras empresas. Además, Ribawood puede recibir cualquier producto de plástico no peligroso para valorizarlo y reciclarlo en sus instalaciones con el fin de emplearlo como materia prima e inyectarlo en otros productos para terceros.
Con esta línea de negocio, la empresa aragonesa pretende centrarse en proyectos de circularidad para dar servicio en valorización y evitar que los residuos acaben en el vertedero. Y, con el fin de poder dar todo el servicio completo, está trabajando en la colaboración con una compañía externa en la fabricación de moldes para reutilizar la materia prima en nuevos productos.
El mercado español, junto con el francés y portugués, son los principales en la actividad relacionada con la materia prima, mientras que en producto terminado Ribawood está presente en prácticamente todo el mundo. Aunque la actividad se centraliza, por ventaja competitiva, en España, Francia y Portugal, también se trabaja para Guatemala, Panamá, Estados Unidos, Italia o Bélgica, entre otros.
La compañía puede recibir todos los productos de plásticos no peligrosos para su tratatamiento y vender la materia prima a terceros
En España, destacan clientes como, por ejemplo, Heineken España con sus palés para barriles de cerveza, así como FCC Aragón, compañía está última para la que está valorizando los contenedores de basura en Zaragoza que se acaban de cambiar recientemente en la ciudad.
Dentro de la apuesta por la sostenibilidad, Riwabood también cuenta con una depuradora de agua propia, aunque por normativa no está obligada. Esta infraestructura le permite tratar las aguas de lavado relacionadas con su actividad. También dispone de instalación fotovoltaica tanto para la parte de inyección como de reciclaje.
La empresa, nacida en 1975, está en segunda generación familiar, avanza así en la diversificación de su actividad con esta apuesta por la circularidad. En la actualidad, es el mayor fabricante de palets de plástico con catálogo propio del sur de Europa. Tiene una plantilla de unos 120 trabajadores de los que cerca de 30 están centrados en la actividad de reciclaje.