
Miquel y Costas sella el relevo generacional en su cúpula directiva. Si el año pasado ya nombró como primer ejecutivo a Jordi Mercader Barata en sustitución de su padre, Jordi Mercader Miró, el grupo papelero completará el reemplazo este mes de junio al erigirlo como presidente, también en detrimento de su progenitor. El directivo dará un paso atrás después de tres décadas en el cargo -seguirá siendo consejero- en una junta de accionistas en la que también se nombrará como consejeros a Narcís Serra, expresidente de Caixa Catalunya, y a Teresa Busto del Castillo, ex de Airbus.
En un encuentro con medios, Mercader Miró justificó su marcha para no ejercer de "tapón" con la generación más joven. El directivo, de 80 años, ha ocupado el puesto durante 32 años y a partir de ahora se concentrará en la fundación y en ejercer como consejero dominical, pues seguirá siendo el primer accionista de la organización. Su hijo aseguró que bajo su mando se producirá "una evolución, pero no una revolución", señaló.
El relevo estaba previsto desde hace más de un año, pero no se produjo debido a la incertidumbre económica que sufría la cotizada por la subida de costes y que le costó más del 35% de los beneficios en 2022, cuando las ganancias fueron de 31,6 millones. En 2022 se quedó en un cambio a nivel ejecutivo y también se erigió a Ignasi Nieto, hasta entonces director general adjunto, como director general.
Miquel y Costas ve posibilidades de crecer en el negocio de las bolsitas de té
El nombramiento se someterá a votación en la próxima junta. No debería haber problemas para sacarlo adelante: la familia y miembros afines suman más del 50% de las participaciones. La misma reunión, prevista para el 22 de junio, deberá ratificar el nombramiento de Narcís Serra, expresidente de Caixa Catalunya, y a Teresa Busto del Castillo, ex de Airbus, como consejeros independientes en sustitución de Kim Faura y Joaquim Coello.
El primer reto de Jordi Mercader Barata será definir el plan de inversiones para el periodo 2024-2026. Al menos igualará los 100 millones de euros del periodo 2021-2023, explicó. Se destinarán tanto al crecimiento orgánico como, si surgen oportunidades, a la adquisición de activos de empresas que puedan estar sufriendo la subida de los costes y deban desprenderse de divisiones o fábricas. "Seremos reactivos", matizó el ejecutivo.
En la expansión natural ven oportunidades en negocios como las bolsitas de té, para el que tienen más demanda que capacidad. No vislumbran posibilidades de crecimiento en el papel de tabaco, que supone el 60% de las ventas y el 75% de los beneficios, aunque sí en innovaciones asociadas a este campo.
El pastel electoral del 23J
Aunque tiene un peso relativamente pequeño en la cuenta de resultados de Miquel y Costas, la compañía también aspira a crecer en la producción del papel para fines electorales. Según explicó Nieto, esperan captar 1.200 de las 3.000 toneladas de papel que se moverán por los comicios generales del próximo 23 de julio.
El dirigente señaló que son especialistas en las papeletas de color que se utilizan para el Senado. Se hacen en la planta de la compañía en Vila-real, adquirida en 2018, y centrada en la fabricación de papeles de color.