
Castellón se rebela: empresarios y sindicatos se han unido para reclamar al Gobierno el rescate del sector azulejero a las puertas del inicio de la campaña electoral. La subida del precio del gas ha provocado que la factura energética del sector cerámico ascienda a 2.235 millones en 2022, el 39,2% de la facturación total, lo que está poniendo en riesgo la continuidad de estas industrias que siguen manteniéndose gracias a la capitalización de sus accionistas.
Esta situación está generando un enorme problema para un sector que ha tenido que reducir su inversión y aplicar regulaciones de empleo. Más del 70% de las empresas de la provincia sufrieron un Erte el año pasado, y se perdieron más de 1.100 puestos de trabajo.
Por ese motivo, un grupo de treinta asociaciones empresariales, sindicales, portuarias, industriales, colegiadas y académicas han firmado un Manifiesto que fue entregado este pasado miércoles al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y ayer al ministro de Industria, Héctor Gómez, para reclamar una solución urgente.
El sector pide ayudas directas por 1.100 millones -la mitad del incremento de costes- para poder hacer frente a esta crisis energética, ya que el resto de medidas que hay sobre la mesa desde el encuentro mantenido con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se han mostrado ineficaces.
El Gobierno puso a disposición del sector 500 millones de financiación del ICO que no se han movilizado. Asimismo, casi cinco meses después, el Ejecutivo sigue tramitando todavía unas ayudas de 450 millones aprobadas en diciembre para 36 sectores grandes consumidores de gas. De hecho, esta misma semana, Bruselas ha dado el visto bueno a su puesta en marcha. Un extremo que los firmantes critican por su excesiva lentitud, ya que países como Italia han destinado 600 millones al sector azulejero y no han tardado tanto en hacer llegar este dinero o Portugal con descuentos directos sobre el precio del gas natural.
La situación alertan puede agravarse sustancialmente este año si el Gobierno no articula "ayudas reales y efectivas" que sí ofrecen otros países europeos, cuyas empresas se ahorran de media entre el 20% y el 45% de sus costes energéticos.
Castellón se enfrenta al mayor riesgo de desindustrialización provincial del país
Loas 450 millones que podrían destinarse al clúster serían claramente insuficientes, según exponen los firmantes del Manifiesto. "Los castellonenses no pedimos más ayudas que las ofrecidas en cualquier otro país, pero tampoco nos conformamos con menos".
"En su dilatada historia, las industrias y empresas asociadas al clúster cerámico nunca han estado subsidiadas. Las ayudas que ahora solicita la sociedad civil castellonense son excepcionales. Buscan dar respuesta a un problema inusitado, debido a la intensa subida de los costes de la energía -agravada con la guerra de Ucrania- y a la alta inflación. En cuanto esos gravísimos problemas desaparezcan, las empresas del clúster volverán a ser autónomas", ha subrayado Luis Martí , presidente de la Confederación Empresarial Valenciana en Castellón.
"Castellón se enfrenta al mayor riesgo de desindustrialización provincial de todo el país"
En una rueda de prensa celebrada ayer en Madrid antes de ser recibidos por Héctor Gómez, ministro de Industria, las asociaciones firmantes han argumentado que los más de 70.000 empleos industriales directos, indirectos e inducidos generados por el clúster cerámico, concentrados principalmente en la provincia de Castellón, corren serio peligro.
"Castellón se enfrenta al mayor riesgo de desindustrialización provincial de todo el país en los últimos quince años sin haber recibido apenas ayudas del Estado", ha valorado.
Los empresarios además aseguran que las condiciones actuales que impone el Ministerio de Economía para recibir ayudas vinculando a los plazos de pago de las empresas hace que prácticamente sea inviable el acceso a las mismas para sectores exportadores.