
Duro Felguera encara, de la mano de sus futuros accionistas de referencia, el Grupo Prodi y Mota-Engil México, una nueva etapa en la que en el corto plazo, para 2023, prevé incrementar un 50% su contratación y entre un 50% y un 70% sus ventas, según explica su consejero delegado, Jaime Argüelles, en conversación con elEconomista.es.
Duro Felguera cuenta en la actualidad con una cartera de unos 560 millones de euros tras cerrar un 2022 en el que la contratación ha sido positiva, superando los 276 millones previstos en el plan de viabilidad. Un punto de partida, tras la ayuda de la SEPI, al que ahora se suma la llegada de los nuevos socios. "Me parece una solución definitiva a largo plazo, pero ahora la compañía tiene que hacerla realidad desde dentro, por nuestra propia transformación, para generar una empresa que sea cada día más competitiva y eficiente", remarca. "Los inversores son de primer nivel y nos generan total confianza", defiende.
Duro Felguera ha firmado esta semana un memorando de entendimiento (Mou) con las compañías mexicanas Grupo Prodi y Mota-Engil México por el que éstas prestarán a la ingeniería asturiana 90 millones de euros –50 y 40 millones, respectivamente– que "necesita para tener soluciones de liquidez a corto plazo". Posteriormente, Grupo Prodi se convertirá en el principal accionista de Duro Felguera con una participación del 31% al capitalizar esta deuda a través de una ampliación de capital por los 50 millones referidos. En paralelo, la firma española realizará otra ampliación de capital de 40 millones con derecho de suscripción preferente para los actuales accionistas. La parte que no se cubra será suscrita por Mota-Engil México, filial del grupo luso Mota-Engil y que está participada en un 49% por la propia Prodi, con la capitalización parcial -o total en caso extremo- de los 40 millones prestados. Esta empresa podría hacerse con un máximo del 24%. De este modo, los dos inversores, que sindicarán sus participaciones, podrían tomar hasta un 55% del accionariado.
La operación está pendiente de las autorizaciones pertinentes. El consejo de administración de Duro Felguera convocará próximamente una junta de accionistas para obtener su consentimiento. En paralelo, Grupo Prodi ha de recibir el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para que esté exento de la obligación de lanzar una oferta pública de adquisición (opa) por el 100% –al rebasar el 30%–. Y, también, será necesaria la aprobación del Gobierno al tratarse de una inversión extranjera que atañe a más del 10% de una empresa española considerada estratégica.
El cierre de la operación, según el calendario tentativo de la dirección de Duro Felguera, se estima para dentro de "tres o cuatro meses", si bien "no es firme y seguro", toda vez que depende de las autorizaciones de todos los organismos implicados. En todo caso, "no esperamos problemas", tranquiliza Argüelles.
El primer ejecutivo de la compañía explica que "no tenemos confirmación" de que los actuales accionistas relevantes, entre los que figura TSK, vayan a acudir a la ampliación de capital preferente porque no han tenido contacto al tratarse de "una operación, como es lógico, altamente confidencial". Pero, añade, "ahora es el momento de ponernos en contacto con los accionistas y preguntarles". "Tenemos la expectativa firme de que esta operación es beneficiosa para todos, especialmente para los accionistas actuales y, por tanto, de que haya una buena acogida", abunda. "Tenemos incertidumbre de cuánto de los 40 millones cubran los accionistas actuales porque hay una gran atomización, pero ojalá sea el máximo posible", apostilla.
Los 90 millones de las ampliaciones de capital se suman a los 120 millones en préstamos participativos y ordinarios que obtuvo Duro Felguera de la SEPI el año pasado y a los 6 millones del Gobierno de Asturias. Tiene de plazo para reembolsar estas ayudas hasta 2027 y las primeras devoluciones están fijadas en dos años. Este calendario por ahora se mantiene. "La empresa está totalmente comprometida, y el inversor también, con cumplir con las devoluciones de la deuda pública, pero vamos a ver exactamente cómo lo podemos encajar dentro de este plan de negocio ambicioso que estamos planteando con la llegada del socio", recalca Argüelles.
Respecto a la gobernanza y la dirección, el ejecutivo explica que "todavía no los hemos abordado", si bien "tenemos una gran sintonía con el inversor y una relación muy estrecha, de alta confianza". "No es ahora el momento de hablar de los puestos, sino de Duro Felguera", puntualiza. De igual modo, el plan de viabilidad de la compañía tras la entrada de los nuevos socios será revisado "pero ahora mismo no lo tenemos cerrado". "Estamos en la línea de pensamiento de desarrollar un plan de negocio más ambicioso, pero no tenemos nada concreto", indica.
"Estamos muy ilusionados y convencidos de que es una gran operación para Duro Felguera", asegura Argüelles, quien recuerda que la entrada de socios industriales es un compromiso adquirido con la SEPI. Y, además, "nos da tres objetivos a cubrir: tener inversores de referencia y es importante para la generación de confianza en los diferentes mercados financieros; potenciar nuestra situación de tesorería; y nos permite crear sinergias y relaciones comerciales y de negocio con nuestros socios industriales que conocen bien los sectores y pensamos que podemos aumentar nuestra actividad y nuestra contratación con ellos", detalla. La compañía asturiana prevé licitar junto con sus socios, con fortalezas en construcción, energía y transición energética, "y aprovecharnos mutuamente de nuestro conocimiento y de nuestras referencias". "Creemos que la combinación, yendo juntos o apoyándonos, puede ser muy fructífera", enfatiza. En virtud de esta asociación, Duro Felguera observa 2muchas oportunidades de inversiones industriales" en México, gracias al proyecto Nearshoring; "también en Estados Unidos y Latinoamérica, un mercado natural para nosotros, y vemos posibilidades de una presencia mayor en África -Angola y Nigeria-". El foco, no obstante, seguirá en España y Europa.
En cuanto al empleo, en la actualidad Duro Felguera tiene en torno a 1.200 trabajadores. A finales de 2022 aprobó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 255 personas. La primera parte, que afectó a 75 empleados, ya se ha ejecutado, y la segunda fase está "pendiente de ver cómo evoluciona la actividad de la compañía. "Si conseguimos dinamizar la compañía, reduciremos su alcance", afirma Argüelles. En cuanto a la continuidad de la sede y la asturianidad de la ingeniería, "no nos pasa otra cosa por la cabeza y no ha sido tema de conversación", aclara.