
El consejero de Política Industrial y Energía, Jorge Paradela, ha establecido como objetivo prioritario en esta legislatura que la actividad industrial en Andalucía alcance un Valor Añadido Bruto (VAB) de 20.000 millones de euros. Sería "el mayor crecimiento alcanzado en una legislatura en los últimos 20 años". Según los datos de la Contabilidad Regional Anual de Andalucía, en 2021 la industria generó un VAB de 17.935 millones de euros, por lo que se prevé un incremento superior al 10% con el horizonte de 2026.
Paradela precisó así en sede parlamentaria lo que el presidente andaluz, Juanma Moreno, viene marcando como meta desde que tomó posesión en julio: subir la aportación del PIB de la industria andaluza desde el 11% actual (la cifra oscila entre el 10 y el 12% según los indicadores que se tomen) hasta un 18%.
Hay consenso en torno a estos objetivos. Tanto el presidente de la CEA, Javier González de Lara, como la secretaria general de UGT en Andalucía, Carmen Castilla, ha compartido también la necesidad de aumentar el peso de la industria andaluza en las reuniones mantenidas con Paradela en los últimos días.
"Andalucía necesita industria. El fracaso de planes anteriores de industrialización que no pasaron de un cartel o un titular no nos puede llevar a renunciar a intentarlo", aseguró hace días en una comparecencia pública Juan Iturri, presidente de Cesur, asociación de empresarios del sur de España.
Hay consenso pero también cierto esceptimismo por el fracaso de iniciativas anteriores
Aunque a nadie escapa el tamaño del reto. Pese a sucesivos planes de industrialización y promesas de sucesivos gobiernos, la aportación industrial al PIB regional ha variado desde principios de siglo entre el 10 y 12,5% que marcó en 2000, sin alcanzar el 11% desde 2013. Medido en VAB, los registros desde la década de los 90 han oscilado entre el 10 y el 13,2% de 1996, con un 11,77% en 2021.
Empleo
El ejecutivo coloca entre las bondades de una economía con mayor peso industrial un empleo de mayor calidad y estabilidad que la media en la comunidad, resistencia ante las crisis, la generación de sinergias y evitar la deslocalización del tejido industrial ya existente.
Las promesas del actual gobierno andaluz a las industrias son fundamentalmente menos impuestos -en la medida de sus posibilidades- y menos burocracia. Habrá más decretos de simplificación administrativa y la Unidad Aceleradora de Proyectos, que reduce los tiempos de papeleo para los proyectos señeros, tendrá más protagonismo. También habrá energía. Mucha energía verde.
Planes en marcha
La Consejería continuará con la ejecución del Plan CRECE, que aspira a movilizar inversiones por valor de 5.100 millones de euros, y que ha identificado 32 cadenas de valor de bienes y servicios industriales. "De aquí a finales de año, impulsaremos seis nuevos planes sectoriales para la industria cementera, química, metalúrgica, textil, de la madera y el mueble y la construcción industrializada", ha avanzado el consejero.
En paralelo, iniciará la elaboración del II Plan de Acción Industrial de Andalucía para el periodo 2023-2027, en el que tendrá una incidencia especial la mejora energética en la industria andaluza y el desarrollo del tejido productivo local.
En esta línea, el consejero ha señalado a los polos industriales de Huelva y del Campo de Gibraltar como "zonas preferentes de energías renovables", con la finalidad de mejorar la competitividad de la industria a través de la mejora energética.
Incentivos
El consejero se ha comprometido a potenciar programas de incentivos en apoyo al tejido industrial, como es el caso de las ayudas complementarias a los Incentivos Económicos Regionales que la Junta destina a atraer inversión industrial tractora a Andalucía. "Se espera que esta línea de ayudas, que dispone de 150 millones de euros de fondos propios hasta 2023, movilice en los próximos años una inversión cercana a los 1.950 millones de euros asociada a los 46 proyectos identificados", ha apuntado Paradela.
Asimismo, el consejero ha reseñado los compromisos con la reindustrialización de los territorios afectados por el cierre de centrales térmicas, que contará con una inyección de recursos de 153 millones de euros, la implementación de la Estrategia Aeroespacial de Andalucía 2021-2027, que contempla una inversión público-privada de 572 millones, y el impulso de una Alianza por la industria, que aspira a integrar a la Administración y a los agentes económicos y sociales en un nuevo pacto por el desarrollo industrial de la región.
Minería y renovables
La minería andaluza representa actualmente el 40% del valor de la producción nacional, con un volumen de facturación de 4.000 millones de euros en 2021, según dato de la patronal del sector AMINER. La inversión realizada por empresas del sector en la última década supera los 2.600 millones (más de 200 en el último año). El objetivo para estos cuatro años de aumentar en un 20% la producción actual. Atlantic Copper, Atalaya Mining, Cobre las Cruces o Sandfire Matsa abanderan proyectos de gran proyección por la demanda al alza de minerales claves para la economía verde y los nuevos nichos industriales.
En el capítulo relativo a la energía, el consejero ha remarcado que el objetivo será "convertir a Andalucía en la primera comunidad autónoma en energías renovables, y con ello cubrir el 75% de las necesidades de energía eléctrica de nuestra región mediante generación sostenible". La previsión es que se instalen más de 12 nuevos gigavatios en esta legislatura, convirtiendo a Andalucía en la primera comunidad de España, cerca de la autosuficiencia con renovables. La inversión privada movilizada es de 12.000 millones de euros, lo que va a suponer 30.000 empleos directos solo en la fase de construcción.
El talón de Aquiles está en las infraestructuras de transporte para evacuar toda esa energía a la red eléctrica. Paradelas ha cifrado en 736 millones de euros las inversiones necesarias atendiendo al peso poblacional, la superficie o el consumo eléctrico de la comunidad. "En nuestro territorio la densidad de la red de transporte por habitante es un 42% inferior a los valores medios peninsulares, es decir, contamos con 712 kilómetros de red por cada millón de habitantes frente a los 1.231 kilómetros de media en la Península", ha precisado.
El hidrógeno verde puede ser un factor de desarrollo para la comunidad
"Andalucía está en condiciones de convertirse en una de las grandes potencias en producción de hidrógeno verde, de ahí que en los próximos meses vayamos a constituir una Alianza andaluza del hidrógeno verde entre la Administración y los agentes interesados con el objetivo de reforzar nuestro posicionamiento" en este vector energético crucial para la reorientación de la economía, ha anunciado Paradela.
Buenos datos
Los objetivos son ambiciosos, pero las señales que está emitiendo la industria andaluza son positivas. El Índice de Producción Industrial de Andalucía (IPIAN) creció el pasado mes de julio un 8,3% interanual, corregido de efectos estacionales y de calendario, lo que representa un crecimiento mayor en 3 puntos que el experimentado en el conjunto de España (5,3%). Sin esas correcciones, la tasa interanual de crecimiento en Andalucía es del 9,1%, frente al 1,3% de España, y del 5,6% en el conjunto de los siete primeros meses del año (3,2% en España), según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tasa de variación interanual creció un 28,6% en energía, un 6,9% en bienes de equipo y un 1,0% en bienes de consumo, y decreció un 3,0% en bienes intermedios.
Por secciones de la CNAE-09, la tasa de variación interanual, corregida de efectos estacionales y de calendario, experimentó en el mes de julio crecimientos del 52,8% en el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, y del 2,8% en la industria manufacturera. Asimismo, registró decrecimientos del 2,6% en el suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación, y del 32,9% en las industrias extractivas. Los pesos en el Índice General de estos sectores son, del 20,1%, el 72,0%, el 6,3% y el 1,6%, respectivamente.