Industria

Celestica crecerá un 50% con el coche eléctrico y la relocalización electrónica en Europa

  • La antigua planta de IBM en Valencia incorporará 100 trabajadores más
  • Tras la caída de la aviación por el Covid, espera alcanzar 150 millones en 2023
La factor?a de componentes de electr?nica de Celestica en Valencia.
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Celestica Valencia, la compañía heredera de la planta dedicada al diseño y fabricación de componentes electrónicos que IBM instaló en 1974, ya percibe un cambio de tendencia mundial por la crisis del coronavirus y los problemas en las cadenas de suministro globales.

Una situación que ha llevado a las grandes compañías que subcontratan sus componentes electrónicos a replantearse su estrategia y a buscar proveedores en Europa tras años encargando la totalidad de sus productos a países asiáticos por su menores costes.

"El próximo año tenemos previsto crecer más del 50%, en parte porque estamos entrando en clientes de automoción con el coche eléctrico. Además, la demanda está aumentando porque está siendo más atractivo fabricar en Europa para Europa", destaca José María Catalán, director de la factoría española de la multinacional canadiense. Los problemas de transporte con Asia y la situación geopolítica han llevado a muchos clientes a asegurar el suministro en Europa, pese al mayor coste, después de sufrir en sus propias carnes la carestía estos meses.

"Este año esperamos alcanzar los 84 millones de euros en cifra de negocio, y para el año que viene nos situaremos en el entorno de los 150 millones de euros", explica Catalán. Una recuperación que ha llevado a la compañía a ampliar en 2.000 metros cuadrados sus instalaciones en La Pobla de Vallbona para esas nuevas líneas y la previsión de incorporar 100 trabajadores más en la parte final del año para hacer frente a estos nuevos contratos y continuar las incorporaciones en 2023. Su plantilla actual supera los 400 empleados.

Este repunte contrasta con los difíciles momentos que la planta de Celestica vivió hace algo más de una década, cuando tuvo que reducir su tamaño y reconvertirse ante la deslocalización de los grandes clientes de electrónica general. Para sobrevivir, la filial española se especializó en los sectores aeroespacial y de defensa, que por su mayor valor añadido y razones estratégicas mantenían la subcontratación en Europa.

"En estos años hemos ido diversificando, entrando en un mercado también muy exigente como el de la electromedicina, y también en el industrial, en áreas como el ferroviario y las renovables", apunta Catalán.

El coronavirus en 2020 supuso una fuerte caída de sus ingresos ligados a la aviación comercial, pero por otro lado incrementó la actividad de electromedicina y la actividad industrial le permitió recuperar un 25% de su negocio en 2021. La planta valenciana ha sumado dos grandes proyectos de diseño sanitario, un dispositivo para su uso en los quirófanos y otro producto de comunicación con los marcapasos, cuya fabricación espera asumir el próximo año.

"También hemos tenido problemas de acopio de microchips el año pasado, aunque la situación no se ha arreglado sí que ha mejorado", señala el ejecutivo, que prevé un crecimiento del 15% para este año. Con estas condiciones la filial valenciana espera recuperar la rentabilidad tras la fase de lanzamiento de nuevos productos con estos contratos.

La filial valenciana también exploró las posibilidades del Perte de semiconductores de cara a establecer posibles alianzas con otras multinacionales presentes en Valencia, aunque finalmente esa opción parece haberse desinflado. "En Valencia usamos chips y Celestica también tiene plantas de equipos para fabricación de microchips y también tenemos capacidad de diseñarlos, por eso siempre estamos abiertos a esa posibilidad porque tenemos conocimiento y capacidad", asegura Catalán. De hecho, la planta valenciana de la multinacional canadiense cuenta con un equipo de 35 ingenieros que diseñan y elaboran los prototipos iniciales en la misma planta para sus clientes, desde startups a multinacionales.

Suelo a la venta

Tras reducir su tamaño hace una década, la factoría de Celestica en La Pobla de Vallbona concentró su producción con la intención de desinvertir en su activo inmobiliario. La empresa ha tramitado un proyecto que supone dividir sus 240.000 metros cuadrados en 6 parcelas, de las que mantendrá una con 55.000 metros cuadrados para su actividad y prevé la venta del resto del suelo.

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