
Los gigantes de la industria en Alemania fueron en un tiempo ídolos admirados por su tecnología, gestión y números financieros. Pero desde hace años atraviesan por serios problemas. La guerra comercial hizo saltar las costuras al modelo germano y la actual crisis energética amenaza con dar la puntilla a muchas compañías. Hoy Thyssenkrupp y Siemens han anunciado sendos profit warnings.
El gigante industrial Siemens registró las primeras pérdidas trimestrales en doce años, al encajar números rojos de 1.660 millones, en el segundo trimestre del año. La culpa la tiene el agujero de su filial Siemens Energy, que le ha obligado a asumir provisiones por deterioro de 1.660 millones.
Las acciones de Siemens caen alrededor de un 2%. La buena noticia es que el volumen de negocio ha batido previsiones del mercado. Los ingresos aumentaron un 11% hasta los 17.870 millones de euros. El consenso apuntaba a 17.470 millones.
Lo más negativo de las cuentas no son las pérdidas. La compañía alemana ha recortado sus previsiones de beneficio por acción para este año al pasar a un rango entre 5,33 a 5,73 euros por acción, desde 8,70 a 9,10 euros anteriormente estimado.
Años para olvidar en Thyssenkrupp
Thyssenkrupp llegó a ser una de las compañías emblemáticas de Alemania, pero la última década ha dejado años de pérdidas millonarias, cancelaciones de dividendo, batacazos bursátiles y desprenderse de las joyas de la abuela, como fue la venta de la división de ascensores. Y la compañía no levanta cabeza.
Pese al boom de los precios del acero, el gigante alemán Thyssenkrupp ha tenido que recortar sus previsiones de ganancias para 2022, en su tercer trimestre fiscal, tras encajar provisiones de 480 millones en su división de acero. La compañía, antes de los resultados de hoy, espera registrar para el actual ejercicio un beneficio superior a los 1.000 millones. Ahora reduce sus expectativas a un rango entre 700 y 999 millones.
En su informe trimestral, reconoce que las nuevas previsiones se sitúan en el "rango alto de tras dígitos". Y recuerda que el año anterior la compañía maneja pérdidas de 25 millones. Pese el recorte de beneficios, la compañía reitera sus previsiones para ventas, con un incremento de doble dígito y una mejora en flujos de caja.
Por su parte, los ingresos de 10.950 millones del tercer trimestre, que suponen una mejora del 26%, han superado las expectativas de los analistas. Las ganancias se situaron en 76 millones, lo que supone una caída del 39% respecto al año pasado. La evolución del beneficio se ha estancado en este último trimestre. En lo que va de año fiscal, Thyssenkrupp acumula un beneficio de 746 millones.
Deutsche Telekom mantiene el tipo
Deutsche Telekom ha decepcionado por poco con los resultados del segundo trimestre del año. El beneficio neto ajustado aumentó un 15,7% hasta los 2.400 millones, ligeramente por debajo de la previsión del mercado. Mientras, los ingresos netos aumentaron un 5,9% hasta los 28.200 millones, tampoco alcanzaron por poco 28.300 millones que esperaban el consenso de Bloomberg.
La compañía lanzó un mensaje positivo al mercado al mejorar por segunda vez en el año su guía de ganancias. La teleco germana espera alcanzar los 37.000 millones de euros de beneficio frente a los 36.600 millones anteriores