
La patronal azulejera Ascer expuso este miércoles sin paños calientes la grave situación en la que se encuentra. "La caída de la demanda se agudiza entre las empresas fabricantes de baldosas cerámicas", indicó la entidad en un comunicado, en el que concreta que sus pedidos cayeron un 71% durante la semana pasada. Por ámbitos geográficos, el desplome fue del 84% en el mercado nacional, en el que tuvo lugar la segunda semana de hibernación económica para contener la expansión del COVID-19; y de un 60% en el mercado internacional.
Estos datos, lamenta Ascer, "sitúan a la industria en una situación de seria crisis, y solo es el principio". "Se trata de la mayor caída pedidos que Ascer tiene registrada", subrayó la patronal cerámica, que agregó que "la facturación del sector también se ha visto gravemente afectada, con unas caídas similares a la caída de pedidos, tanto en el mercado nacional como en el de la exportación".
El sector se muestra pesimista de cara al futuro inmediato pese a haber recuperado la actividad. "Aunque la industria azulejera pudo encender los hornos a partir de 10 de abril, el reinicio de la actividad va a ser muy lento y solo se activará en el medio plazo. A corto plazo se espera que la demanda continúe bajando y, pasado lo peor, un crecimiento muy lento lo que nos lleva a una larga etapa con muchas dificultades para las empresas", advierte.
"La propagación del COVID-19 en todo el mundo es una realidad que está afectando gravemente a las economías nacionales de todos los países por las medidas de contingencia que se están tomando para prevenir el contagio. Esto ha provocado una paralización de la demanda que va a ser muy difícil de recuperar en nuestros principales mercados, como la UE, EEUU y España.
Medidas directas de liquidez
Es por ello que, aunque Ascer reconoce que el Gobierno "ha tomado algunas medidas económicas", reclama "medidas directas de liquidez" al considerar que son "urgentes para sobrevivir y poder reconducir la actividad progresivamente sin que el tejido productivo y social se vea gravemente perjudicado".
La industria azulejera española, concentrada en la provincia de Castellón facturó cerca de 3.740 millones de euros el pasado ejercicio 2019, de los que el 75% correspondieron a las ventas en mercados internacionales y el 25% restante, al mercado nacional.