Pymes y Emprendedores

La digitalización de las pymes no es una opción, es el único camino

  • Hasta final de año más de un 30% de los negocios podría echar el cierre
  • El 48% de las pequeñas y medianas empresas invertirá en digitalización

Las pequeñas y medianas empresas constituyen nada menos que el 99,8% del tejido empresarial español y están siendo las principales afectadas por la crisis originada por la pandemia. Como pone de manifiesto el tercer Barómetro de opinión de las pymes #LaPymeHabla realizado por CEPYME, en más de un 90% de las compañias el volumen de ingresos ha descendido debido a la pandemia, siendo esta caída superior al 50% para el 39,35% de las empresas. El principal motivo de esta bajada ha sido la falta de demanda, según señalan el 74% de las pymes consultadas, seguido por el cierre o la reducción de la actividad por obligación legal, indicado por el 42% de las pymes.

Ante este escenario, la digitalización ya ha dejado ser una alternativa para elegir para este tipo de firmas y se ha convertido en el único camino para poder afrontar la compleja situación. Esta fue una de las conclusiones de la Jornada Empresarial Liquidez y digitalización, claves para la recuperación de las pymes, organizada por elEconomista en colaboración con American Express.

"La digitalización de las empresas ya no es una opción, es una necesidad. Les puede permitir competir con las grandes compañías y personalizar la relación con el cliente", señaló Juan Francisco Castuera, vicepresidente y director general del Área de Servicios Corporativos y de la Pyme de American Express en España.

Una visión que compartió Valentín Bote, director de Randstad Research: "Si no se acomete ese camino vas a desaparecer como empresa. La digitalización mejora la productividad, permite explotar mercados que antes no se tenían o tener nuevas líneas de negocio". En este sentido, Francisco Hortigüela, director general de AMETIC, apuntó que "la digitalización es la base para el crecimiento".

A este respecto, desde AMETIC apuestan por tres vías de actuación: la primera, un plan nacional de formación en habilidades digitales; la segunda, un plan nacional de innovación, sobre todo teniendo en cuenta que en España supone el 1,2% del Producto Interior Bruto mientras que en Europa esta cifra es del 2% y se encamina al 3%. "Si queremos que nuestras empresas y las pymes tengan productos diferentes, que sean competitivos y con características diferenciadoras, hay que apostar por la inversión en I+D+i", remarcó Bote. Y, en tercer lugar, "los cuatro macroproyectos tractores donde apostamos por las pymes: la salud, el turismo, la cadena agroalimentaria y la movilidad sostenible".

Para recorrer ese camino es esencial la concienciación de las pymes. Como pone de manifiesto un estudio de AMEX, si bien la pandemia está acelerando la digitalización, solo un 20% de las pymes considera que tiene un nivel de digitalización alto. Asimismo, el comercio electrónico supone menos del 4% del negocio de las pequeñas y medianas empresas. Eso sí, más del 60% de las empresas planea potenciar el canal de e-commerce en los próximos doce meses.

En este contexto, "además de la administración, las empresas tenemos que hacer una transformación interna para adaptarnos a un cliente que en ocasiones ha sido olvidado como son las pymes. Debemos facilitar la tecnología, tanto en la usabilidad, como en el acompañamiento", sostuvo Javier Vizcaíno Toscano, director de Pymes en Telefónica España. De hecho, Vizcaíno recalcó cómo las grandes empresas ya habían avanzado de una forma grupal en la tecnología y las pymes no han sido capaces de seguir ese ritmo.

Por su parte, Luis Aribayos, director de Economía y Transformación Digital de CEPYME, señaló que "actualmente las empresas luchan por sobrevivir y necesitan ayudas para abordar esa digitalización. Solo 2 de cada 1.000 compañías en España son grandes. Hay que tener en cuenta que la productividad en España ya era negativa antes del Covid y con este escenario es muy difícil crecer y ser competitivo. La digitalización es una gran palanca para ganar competitividad".

En este sentido, la tecnología permite a las pymes "beneficiarse de formas de pago y de cobro que van a marcar el futuro más próximo. Es el caso del pago por móvil", remarcó Juan Francisco Castuera. En referencia al uso de estas tecnologías, Francisco Hortigüela expuso que "hemos superado el miedo a las compras online, y la comodidad y la fiabilidad están impulsando estas tecnologías. La pandemia para la digitalización ha provocado un salto cuántico".

En la actualidad, siete de cada diez internautas compra online, lo que se traduce en 22,5 millones de españoles de entre 16 y 70 años, según se desprende del Estudio Anual de eCommerce 2020, elaborado por IAB Spain y Elogia. En este sentido, España se encuentra entre los países en los que el e-commerce ha experimentado un mayor crecimiento este año, superior al 20%, tal y como se recoge en el informe Global E-commerce 2020, de eMarketer.

"Vías como el TPV virtual o las pasarelas de pago virtuales están creciendo de manera exponencial", destacó Javier Vizcaíno. Además, las empresas se preocupan cada vez más por el dato, "por entender a sus clientes para poder adaptar la oferta y es clave proporcionar instrumentos para gestionar esos datos". No obstante, Vizcaíno alertó de que "el dato es como la guinda del pastel, pero en un país como España hay que cubrir primero unas necesidades básicas de infraestructuras, de seguridad, de conectividad... y tras esto poder ir aprovechando la gestión del dato".

El verdugo de la liquidez

En este contexto, la liquidez está siendo el otro gran reto al que se están enfrentando este tipo de compañías. La Confederación Española de Comercio (CEC) preveía en septiembre que antes de que acabe el año más de un 30% de los negocios podría echar el cierre, lo que se traduce en 120.000 comercios cerrados.

De hecho, medio millón de empresas está en riesgo de quiebra principalmente por el retraso en los pagos, según datos de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM). Asimismo, el Barómetro sobre Morosidad de CEPYME muestra que el 57% de las pymes espera sufrir un aumento de morosidad y que al 50% de las que sufren mora las llevará a una situación de insolvencia o al cierre. El periodo medio de pago supera los 87 días, la cifra más alta desde 2011, según datos del Boletín de Morosidad de CEPYME.

"Consideramos que las medidas que se están tomando son insuficientes. Llevamos mucho tiempo escuchando que la pyme es importante pero eso debe reflejarse en los presupuestos", argumentó Luis Aribayos quien añadió que "el 64,33% de las empresas valoran muy negativamente las medidas adoptadas por el Gobierno". En esta línea destacó que es necesario que "las ayudas a la digitalización y, posteriormente, a la transformación digital, lleguen a la pyme y a la micropyme. Para ello, tendremos que trabajar de manera conjunta las administraciones, las organizaciones y las grandes compañías".

En este punto, Valentín Bote explicó que "en estos momentos difíciles lo que se necesita es liquidez y esta depende del mantenimiento del volumen de negocio, pero también de la generosidad del Gobierno con los impuestos, las cotizaciones a la seguridad social y las ayudas directas. Que seamos el único país de la Unión Europea en hablar de subidas de impuestos es algo llamativo".

Según una encuesta de Randstad a más de 30.000 empresas, las demandas de éstas se centralizan principalmente en medidas de fiscalidad, de flexibilidad laboral y de ayudas económicas directas. "España no está en los puestos de cabeza en cuanto a las medidas que se toman y los plazos. Este tipo de trabas esta dificultando que las empresas puedan funcionar en este entorno", incidió Valentín Bote.

Rapidez y generosidad

Ante este escenario tan difícil, principalmente para las pequeñas empresas, estos expertos piden a las autoridades "rapidez y generosidad", como demandó Valentín Bote. Por su parte, Castuera solicitó "que llegue la ayuda lo antes posible y que se use de manera racional por parte de las pymes, no solo para tapar agujeros sino para potenciar sus capacidades de cara al futuro".

Desde Ametic, Francisco Hortigüela pidió que "una vez estén los planes y los presupuestos, poner en marcha oficinas de colaboración público-privada y que se haga de manera muy dinámica", para que, como sumó, Luis Aribayos, "haya capilaridad".

Precisamente, ante esa falta de liquidez, muchas empresas están recurriendo a vías alternativas de financiación que antes no se contemplaban, como indicó Juan Francisco Castuera: "ya hay un 10% de las empresas que acceden a las tarjetas como línea de financiación. De este modo, cuando aceptas el pago con tarjeta, te permite cobrar antes. Hablamos de dos o tres días como máximo en comparación con los plazos habituales de cobro que pueden ir de 30 a 60 días".

Por otro lado, "si se pagan las compras a proveedores con tarjeta, está ganando entre 30 y 45 días de financiación. Por tanto, cobrando antes y pagando más tarde las pymes pueden mejorar su liquidez. Además, entidades de pago como American Express también ofrecemos liquidez con garantía ICO. Si algo está trayendo esta pandemia, es la posibilidad de mostrar líneas alternativas en muchos frentes", sostuvo Juan Francisco Castuera.

Parte de ese dinero se está destinando a la inversión en tecnología como pone de manifiesto un estudio de Sage del que se desprende que el 48% de las pymes invertirá en digitalización como parte de su estrategia empresarial.

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