
En España, ser emprendedor "engancha". Es una de las principales conclusiones del informe 'Mapa del Emprendimiento 2020', presentado por Spain Startup-South Summit, con el objetivo de conocer mejor la situación y evolución del ecosistema emprendedor español.
Los datos analizados muestran que España es cada vez más un país de emprendedores convencidos de serlo, ya que seis de cada diez fundadores de una startup lo son en serie, es decir, son recurrentes al haber creado al menos dos startups. Es el porcentaje más alto desde que se comenzó a elaborar este informe, hace ya siete años, y coloca a España en una situación similar a la de otras regiones como Europa (65%), Asia (59%) o EEUU y Canadá (66%). Yendo más allá, hay un 8% de emprendedores que incluso han lanzado más de cuatro startups.
La proliferación de emprendedores en serie es positiva porque es gente que, gracias a su experiencia, cosecha un mayor éxito profesional. De hecho, un 18% de los emprendedores en serie ya ha conseguido vender algún proyecto anterior.
De la misma forma, se reducen las posibilidades de fracasar: si con una sola iniciativa a sus espaldas el índice es de 56%, se reduce hasta el 12% cuando ya suman tres proyectos y hasta solo el 8% cuando llevan cuatro o más startups creadas. Aunque la mayoría consideran que fracasar juega un papel clave en su proceso de aprendizaje, ya que un 54% de los emprendedores en serie asegura que tuvo al menos una empresa emergente que no funcionó.
Experiencia previa
En España, solo un 1% de emprendedores estaba en desempleo antes de crear su proyecto. Una cifra que demuestra que no se emprende por necesidad, pues, según los datos analizados, la mitad de los actuales emprendedores trabajaba por cuenta ajena en otra empresa y un 7% eran freelances anteriormente.
Es más, la startup comienza a ser también una escuela de emprendedores, ya que un 5% de los startuperos que actualmente están en activo estaba como empleado en una startup y 3 de cada 10 eran ya fundadores de una y, tras conocer el ecosistema, decidieron poner en marcha su propio proyecto.
Las startups españolas se hacen mayores y ya suman de media 2,5 años de vida. Además, crece el porcentaje de scaleups, es decir, de aquellos proyectos que cuentan con modelos de negocio muy consolidados, en la fase de mayor desarrollo, que han registrado un crecimiento medio de la facturación o de empleados del 20% anual en un período de tres años.
La madurez del ecosistema emprendedor en España se mide también por la capacidad de generación de oportunidades laborales. Un 76% de startups cuenta con entre 2 y 10 empleados, un 30% más que en 2019. La contratación laboral se presenta en clave positiva para 2021, con un 66% de proyectos que quiere contratar a nuevos profesionales en sus equipos, gracias a las nuevas necesidades de empleo digital que demanda el mercado actual, para el que las startups están preparadas por su propia estructura.
Brecha de género
Respecto a la diversidad de los equipos fundadores de las startups, en el conjunto global, el gender gap se mantiene en la tendencia de años anteriores: solo un 18% de mujeres toma la decisión de liderar un proyecto emprendedor. En esta edición del informe se observa un cambio de tendencia en los sectores de emprendimiento liderado por mujeres, que se decantan cada vez más por Fintech, Health o Educación.
En cuanto al nivel de ingresos, en España un 12% de startups tiene Ebitda positivo. En general, los datos analizados muestran que es más fácil conseguir este índice positivo para industrias de ciclo corto, como Cultura, Real Estate, el ámbito de la comunicación o la digitalización de servicios.
En el lado opuesto, con más dificultades para obtener Ebitda positivo, se sitúan Health, Wellbeing o Agricultura, por tratarse de industrias con un ciclo más largo. En cualquier caso, en España logran en mayor medida Ebitda positivo los proyectos que cuentan con fondos propios como fuente de financiación, según seis de cada diez startups.
Fintech, Health y Educación son las industrias que encabezan el top 3 de este 2020, estas dos últimas muy vinculadas a las principales demandas del mercado por la pandemia de la Covid-19, en base a la aplicación de tecnologías más tradicionales, como desarrollo web o de app, pero también de tecnologías en auge como Machine Learning, Blockchain o IA.
Entre los principales retos del ecosistema emprendedor español sigue estando la profesionalización de la financiación, que permitirá también mejorar el Ebitda. Las startups españolas siguen recurriendo a financiación principalmente de familiares y amigos o fondos propios, aunque mejora la tendencia a formas de financiación más profesionales.
Respecto a las áreas de regulación que necesitan mejoras, los emprendedores españoles apuntan a la regulación fiscal para startups (67%) y acceso a financiación (74%), una opinión que coincide en cualquier geografía.