"Nos desarrollamos profesionalmente en un país donde la tasa de mujeres emprendedoras roza la media internacional del 6 por ciento, con un rango de edad que se sitúa entre los 25 y 35 años, y que ha decidido emprender sola en el 62 por ciento de los casos. Hoy vemos con esperanza cómo crece el interés de la mujer emprendedora por áreas innovadoras, donde tenemos el talento y las capacidades para crear compañías que ayuden a cambiar el mundo", así lo destacó Ana Peláez, responsable de patrocinio y relaciones externas de la comisión joven de la Asociación Mujeres Avenir durante una mesa redonda celebrada la semana pasada por la asociación.
En ella participaron mujeres emprendedoras españolas y francesas donde debatieron sobre cómo se está desarrollando en la actualidad el rol de la mujer en el mundo del emprendimiento en diferentes sectores.
Retos a los que se enfrentan
Macarena Maza, asociada en Pérez-Llorca, incidió cómo "la mujer decide emprender cuando ve una oportunidad de negocio, o como una salida ante un despido, pero se han de crear medidas desde las instituciones para fomentar que en aquellos campos donde la innovación tiene una gran relevancia, las mujeres puedan emprender en los mismos porcentajes que un hombre".
Para Marion Lantin, directora de la empresa ML Sophrologue, "la familia es una barrera real para la mujer emprendedora, que en mu-chas ocasiones es la encargada de conciliar su vida personal con la profesional, una situación muy complicada a la hora de lanzar una startup, que necesita el 120 por ciento de todo tu tiempo". Asimismo, para Beatriz Vázquez de Miguel, fundadora de la empresa social de cosmética natural Nikarit, "la mujer necesita una fuerte motivación para emprender, entiende que va a ser un proyecto que la obligará a dedicar muchas horas, y que deberá compaginarlo con otros trabajos".
