"Todos los días llegan 50 toneladas y repartimos 50 toneladas". Así resume el Banco de Alimentos de Madrid (BA) su actividad diaria. Pero, ¿cómo lo llevan a cabo? ¿Quién hace esto posible? Tras esta frase se encuentra una organización compuesta por 300 voluntarios que atiende a más de 100.000 personas sin recursos en toda la Comunidad de Madrid.
Cada mañana, el almacén madrileño recibe furgonetas, camiones o coches de unas 30 entidades benéficas distintas. La asignación de alimentos para cada una de ellas se realiza función del volumen de personas a las que dé servicio y solo pueden ir dos días al mes para ir a recoger la comida que les corresponda.
Desde que empezó a funcionar, el Banco de Alimentos de Madrid se ha convertido en más grande de toda España, donde actualmente hay 55 almacenes en marcha, más de uno por provincia. La sede ubicada en el Colegio de San Fernando es la que distribuye un mayor número de alimentos y también el que suma un mayor número de beneficiarios.
El doble de personas atendidas
Y es que en los últimos años la cantidad de personas con necesidad de ayuda ha crecido de forma exponencial. El desempleo, la reducción de los salarios o la subida del coste de la vida han motivado que cada vez más familias se encuentren en situación de necesidad.
Solo en 2013, BA repartió comida a más de 100.000 ciudadanos en la región madrileña, una cifra que dobla a la registrada en 2012, cuando fueron 52.560 las personas atendidas por esta asociación sin ánimo de lucro.
"El incremento en beneficiarios tiene que ver con que cada vez más gente pide ayuda en las entidades con las que trabajamos", señala Pilar Saura, directora de comunicación de la asociación. Y es que una de las máximas de BA es que no colaboran directamente con particulares, sino que trabajan con entidades benéficas.
Actualmente, reparte alimentos a 500 asociaciones que trabajan sobre el terreno y hay varias decenas esperando para incorporarse a la lista. Deben cumplir ciertos requisitos como estar legalmente reconocida, no tener ánimo de lucro o no efectuar ningún tipo de discriminación. "El Banco de Alimentos es apolítico y aconfesional, no se hacen distinciones en función de la ideología", subraya la responsable de comunicación.
¿De dónde salen los alimentos?
Más cifras. Son 350 las empresas del sector de alimentación que donan sus excedentes para cubrir las necesidades de los más desfavorecidos. También están creciendo mucho las Operaciones Kilo a través de las que se organizan recogidas de comida en colegios, empresas o centros comerciales.
Otra opción de colaborar es la de apadrinar una calle. Poner un nombre a una de las filas de palés que van del suelo al techo en la sede de San Fernando le cuesta a las firmas 3.000 euros al año. American Express, Banco Santander o Bankia son algunos de los nombres que adornan las estanterías del BA. Y también aquí hay lista de espera. Con ese dinero, el Banco de Alimentos paga los sueldos de los diez empleados a jornada completa que componen su plantilla y sufraga los gastos de transporte, maquinaria o infraestructuras.
Porque en cuestiones económicas, dependen casi enteramente de las contribuciones privadas. La financiación que llega a través de subvenciones públicas supone entre el 18% y el 20% del total, sin contar las cesiones de terrenos y inmuebles públicos, como es el caso de la sede de Madrid.
Los gastos se van cubriendo a medida que se van recibiendo las aportaciones de empresas y entidades privadas. "Hay empresas que ayudan de muchas formas: por ejemplo, Caser nos ayuda con el seguro de los voluntarios, aparte trae grupos de voluntarios para hacer clasificacion de alimentos y sus propios empleados hacen operación kilo una vez al año", explica Saura.
"Generosidad desbordante"
El resto de la actividad de la organización se mantiene con voluntarios. Hasta un total de 300 personas, con una media de edad de 65 años, prestan su tiempo de forma asidua a la organización, que además se nutre de voluntarios esporádicos para realizar campañas puntuales como la de la Gran Recogida, celebrada en noviembre de 2013, que les ha permitido aumentar el número de entidades con las que colaboran. Solo en tres días recogieron 1,5 millones de kilos con la ayuda de 15.000 voluntarios.
"Lo único que hemos notado es mas ayuda, mas alimentos... La generosidad ha sido desbordante", destaca Pilar Saura. "No damos abasto, se nos ha quedado pequeño este almacén", añade.
Por eso en los últimos meses han dado pasos para poder crecer en la región. El pasado mes de octubre se inauguraban las instalaciones de Alcorcón, desde donde pretenden dar una mejor cobertura a la zona sur y aspiran a alcanzar un reparto de 8.000 kilos de comida diarios. Además, para ampliar su atención a la zona norte se construirá un nuevo almacén y más oficinas en Alcalá de Henarés en un terreno de 6.110 metros cuadrados cedido por el ayuntamiento.
Los planes para este año no acaban aquí. Para este año planean llevar a cabo otra Gran Recogida, también prevista para el mes de noviembre, con la que esperan volver a elevar sus reservas de alimentos. Toda la información se encuentra en la web www.granrecogidamadrid.org.