
Los Estudiantes o Tallada: las mejores playas de Alicante con poca gente perfectas para huir de las multitudes
No hay duda de que Alicante es una de las provincias que más turistas recibe en los meses de verano. Su clima, cocina y sus costas hacen de este uno de los mejores lugares para pasar los meses más calurosos del año. Esta es una de las zonas del Levante que más llama a la gente, pero si sabes a donde ir no tienes porqué encontrar altos niveles de ocupación.
Es por ello que te proponemos cinco playas y calas en el Mediterráneo para disfrutar en vivo de la tranquilidad de la Costa Blanca sin que las multitudes o el turismo masificado te moleste.

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1. Playa de los Estudiantes (Villajoyosa)
En la zona de Villajoyosa, un pueblo que ha llamado la atención de turistas de todas partes, se encuentra una gran cantidad de playas que destacan por sus aguas cristalinas y arenas finas. Sin embargo, para ir a un lugar más tranquilo la opción es clara: la playa de los Estudiantes.
Se trata de un pequeño tramo de costa de unos 85 metros, formado por cantos rodados y roca. Es sin duda una buena opción para aquellos que no soportan la arena.
Está situada entre dos espigones, lo que ayuda a que el mar esté en calma. Aunque no es de grandes dimensiones, dispone de servicios básicos y acceso cómodo desde el paseo marítimo.

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2. Cala Ambolo (Jávea)
Hay que subir un poco más al norte, concretamente hasta llegar a Jávea, para disfrutar de la Cala Ambolo: la esencia más pura de lo que es el litoral alicantino.
Sus aguas son especialmente cristalinas y su entorno, rodeado de vegetación, da la impresión de que estuvieras escondido en una isla remota.
Cuenta con un entorno virgen sin ninguna construcción, pero su acceso a pie puede ser algo complicado. No cuenta ni con servicios ni duchas ni zona vigilada.

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3. La Cova Tallada
Hay que colocarse ahora entre entre Jávea y Dénia para admirar esta joya de la naturaleza.
Se trata de un enclave mágico formado por la fuerza del agua sobre la piedra. Cova Tallada es una cueva natural excavada en la roca del Cabo de San Antonio.
La luz entra de forma irregular y el mar se filtra a cuenta gotas. El acceso está regulado y solo puede hacerse mediante reserva previa durante la temporada alta, lo que permite preservar este espacio.

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4. Playa del Carabassí
Volviendo por un segundo al sur, entre Elche y Santa Pola se extiende la playa del Carabassí, un entorno completamente distinto al resto de playas de la zona.
Las dunas, un espacio protegido, son los protagonistas aquí. Con razón este es un ecosistema de gran valor ecológico. La arena es fina y dorada, y el paisaje está rodeado de vegetación propia del Mediterráneo.
Para llegar a la zona de baño se presentan una serie de pasarelas bien distribuidas para no tener que entrar en las dunas. Cuenta con todos los servicios básicos como duchas y servicios. Además, es un lugar ideal para practicar deportes acuáticos como windsurf o el kitesurf.

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5. Cala Llebeig
La última de las opciones es para aquellos que quieren desconectar de todo y dejarse fluir con el agua y el entorno de Benitachell. La única opción de llegar a ella es por terrenos algo escapados o por el mar, así que lleva calzado adecuado y olvida que haya construcciones de algún tipo.
Rodeada de acantilados y antigua zona de refugio para pescadores, es uno de los pocos rincones de la costa alicantina donde el silencio domina el lugar. Su acceso es precisamente lo que la ha protegido de la masificación, manteniendo intacto su encanto natural.