Ni una hoja de laurel ni una rodaja de limón: este es el truco gallego para cocer mejillones y que queden perfectos
La gastronomía de España es con razón una de las mejores del mundo. En cada una de sus regiones hay recetas específicas para preparar todo tipo de platos, pero pocos tienen tanto sabor y son tan sanos como los mejillones.
Su popularidad es incuestionable, sobre todo los meses de verano, y un aperitivo acompañado de este manjar del mar es siempre una opción ganadora. Aunque hay muchas variantes, la de Galicia es claramente la favorita: una receta sencilla con un gran secreto.
1. Uno de los productos estrella
Galicia es una de las mayores zonas de cultivo de estos moluscos en nuestro país y una de las más importantes a nivel mundial. Las condiciones son perfectas con aguas frías y ricas en nutriente, por lo que es ideal para conseguir mejillones de gran calidad.
Estos suelen cultivarse en bateas, estructuras flotantes de madera donde se fijan los moluscos para su desarrollo, especialmente en las Rías Baixas (como las de Vigo y Arousa), que son conocidas por su producción de moluscos frescos y de gran sabor.
2. Un plato muy versátil
Aunque puede que uno de los mayores reclamos sea la variada opción de platos que se pueden hacer con los mejillones: un arroz y marisco, una crema, en escabeche o como mejillones tigres- una especie de croqueta muy populares-.
Sin embargo, la opción más simple es también una de las más alabados por todos aquellos que lo prueban. Aquí los mejillones al vapor se llevan la palma.
3. Mejillones al vapor: ingredientes
- Mejillones frescos
- Vino albariño (aproximadamente medio vaso)
- Limón (opcional, para servir)
4. Mejillones al vapor: paso a paso
Lava los mejillones bajo un chorro de agua fría, quitando las impurezas de las conchas. Utiliza un cuchillo pequeño o cepillo para raspar las incrustaciones en la superficie. Presta especial atención a las barbas (esas fibras oscuras que sobresalen), retirándolas cuidadosamente tirando hacia la bisagra del mejillón. Este paso es fundamental, ya que mejora la presentación y elimina cualquier suciedad que podría afectar el sabor.
Comprueba que todos los mejillones estén frescos. Descarta cualquier mejillón que esté abierto y que no se cierre al presionarlo suavemente, ya que podrían estar muertos y resultar peligrosos para el consumo. De igual manera, desecha aquellos que tengan las conchas rotas.
Pon una olla grande en el fuego a máxima potencia y cuando esté caliente echa todos los mejillones y un poco de vino albariño, lo suficiente como para cubrir medio centímetro. El objetivo es que el calor alto genere vapor rápidamente, cocinando los mejillones en pocos minutos.
Después de unos 3-5 minutos, comprueba si los mejillones se han abierto, retíralos del fuego para evitar que se cocinen en exceso. La preparación es rápida y, si prolongas el tiempo, los mejillones pueden volverse gomosos.
Saca los mejillones de la olla y colócalos en un plato. Si quieres intensificar el sabor, aprovecha el líquido que queda en el fondo de la olla, filtrándolo para quitar cualquier residuo de concha, y viértelo sobre los mejillones. Se puede servir junto una rodaja de limón, pero deberá ser el propio comensal el que se lo eche.
5. Las propiedades de los mejillones
Los mejillones al vapor son bajos en calorías y muy ricos en proteínas, con un aporte superior a muchas carnes rojas y blancas. También destacan por su alto contenido en hierro, vitamina B12 y ácidos grasos omega-3, fundamentales para la salud cardiovascular y la función cognitiva. Además, son una excelente fuente de zinc y selenio, minerales que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
