Lo que un cocinero afirma sobre la mejor manera de cocinar brócoli: "Es la parte más beneficiosa para la salud de toda la planta"
El brócoli, amado para muchos y odiado para otros. Pero lo que nadie puede discutir es su gran cantidad de beneficios para la salud, ya que se trata de un alimento antioxidante rico en proteínas y nutrientes que reduce la inflamación, mejora el control del azúcar en sangre y promueve la salud del corazón. Salteado, al horno, cocido, esta alimento es posible cocinarlo de múltiples maneras para que tanto amantes o no de la verdura lo disfruten en casa. Pero son los chefs, los auténticos maestros de la cocina, los que guardan los mejores trucos.
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1. ¡No tires los tallos!
Cada vez somos más conscientes de que no hay que desperdiciar la comida, pero el tronco del brócoli sigue yendo entero e intacto a la basura. ¡Y se trata de un grave error! Como advierte el chef privado Jimmy Vasquez, se trata de la parte más beneficiosa para la salud de esta verdura, ya que es rico en proteínas, calcio, hierro y vitaminas.
De esta parte se pueden cocinar recetas deliciosas como hummus, pesto, cuscús de brócoli, aprovechar para añadirlo en una crema o simplemente saltearlo.
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2. Las hojas también se aprovechan
Además, otra parte que tampoco se suele utilizar por su sabor amargo son las hojas y, sin embargo, también se pueden guardar y aprovechar para saltearlas con un poco de aceite, ajo y limón.
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3. El paso imprescindible
Comer brócoli en casa es muy sencillo, ya que se trata de una verdura que apenas requiere esfuerzo. Para conseguir un buen resultado, los chefs, entre ellos Nathan Molina, coinciden que el truco es escaldarla previamente, ya que de esa manera se consigue un brócoli mucho más sabroso.
Para ello, simplemente habrá que hervirlo en una olla con agua salada y después detener la cocción sumergiéndolo en agua helada.
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4. Posibilidades infinitas
Una vez se haya completado este paso, las posibilidades para terminar de cocinar el brócoli son infinitas. Se puede hornear y condimentar con aceite, sal y pimienta o, según la manera favorita del chef Jamie Simpson, asarlo y cortarlo en láminas para añadir a la ensalada un toque crujiente.
