Daño renal: síntomas tempranos y silenciosos que indican que tus riñones no están funcionado correctamente
Fatiga y debilidad persitente
  1. Mujer fatigada | Canva

1. Fatiga y debilidad persitente

La insuficiencia renal puede provocar la acumulación de toxinas en la sangre, hecho que afecta a los niveles de energía. Además, si los riñones no producen suficiente eritropoyetina (hormona encargada de estimular la formación de glóbulos rojos) puede llegar a causar anemia. Esto provocaría fatiga crónica, falta de concentración y debilidad. 

Alteración de los hábitos urinarios
  1. Necesidad de ir al baño | Canva

2. Alteración de los hábitos urinarios

Los cambios o alteraciones que ocurren en la frecuencia, el color o la apariencia de la orina suelen ser los primeros signos de problemas renales, pero rara vez se consideran realmente. La nicturia o micción nocturna frecuente, la orina burbujeante o espumosa (que indica pérdida de proteínas), la hematuria o sangre en la orina, o la orina muy oscura son indicios de una posible lesión renal. No prestar atención a estas variaciones permitiría que la enfermedad se desarrolle de manera silenciosa. 

Hinchazón en pies, cara o tobillos
  1. Pies hinchados | Canva

3. Hinchazón en pies, cara o tobillos

Si los riñones no son capaces de eliminar el exceso de sodio y líquido del cuerpo, se produce una hinchazón (edema) que es fácilmente visible y presente, especialmente en las piernas y alrededor de los ojos. Los pacientes a menudo atribuyen la hinchazón a una postura incorrecta prolongada o a una mala alimentación, pero podría ser un claro síntoma de insuficiencia renal. Es importante detectarla y realizar pruebas lo antes posible.

Picores continuos y cambios en la piel
  1. Picor | Canva

4. Picores continuos y cambios en la piel

Uno de los síntomas menos comunes de insuficiencia renal es el prurito persistente (hormigueo o irritación de la piel que provoca el deseo de rascarse en la zona). Este se debe a los productos de desecho en la sangre y desequilibrios minerales como el calcio y el fósforo. La piel seca y escamosa y el deseo persistente de rascarse, especialmente sin causa dermatológica, deben evaluarse mediante una revisión renal.


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