
Lo que le pasa al coche cuando da tirones
Si notas que tu coche da pequeños empujones o sacudidas mientras conduces, tienes un problema. Estos "tirones" son más comunes de lo que parece y pueden tener varias causas, algunas simples y otras que requieren atención inmediata. Desde problemas en el sistema de combustible hasta fallos en la transmisión, los tirones pueden afectar al rendimiento del vehículo y a tu seguridad. A continuación, te explicamos las causas más frecuentes, con imágenes que te ayudarán a identificar posibles señales de alerta.
Un coche que da tirones no solo genera incomodidad durante la conducción, sino que puede ser la antesala de una avería mayor. Detectar y solucionar el problema a tiempo puede evitarte visitas costosas al taller y, sobre todo, prevenir situaciones peligrosas en carretera. El tipo de tirón, su frecuencia o si ocurre en frío o en caliente, ofrecen pistas importantes sobre su origen. A veces, se debe a algo tan simple como una mala calidad del combustible, pero otras puede estar relacionado con sistemas más complejos, como la electrónica del motor o la transmisión.
Los vehículos modernos están equipados con numerosos sensores y sistemas de control que regulan la combustión, la admisión de aire y la inyección de combustible. Si alguno de estos elementos falla o está desajustado, la respuesta del coche puede volverse errática. Aunque el coche no siempre emite avisos en el panel de instrumentos, esos tirones son una clara señal de que algo no va bien. Esta guía te ayudará a comprender las causas más comunes y te orientará sobre cuándo puedes solucionarlo tú mismo o cuándo es mejor acudir al mecánico.

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1. Inyectores sucios: el combustible no fluye bien
Los inyectores son los encargados de pulverizar el combustible en la cámara de combustión. Si están sucios u obstruidos, el motor no recibe el combustible de manera uniforme, lo que provoca tirones, sobre todo a bajas revoluciones. Es un problema frecuente en coches que hacen trayectos cortos y no permiten al motor alcanzar su temperatura ideal de funcionamiento.

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2. Bujías desgastadas o defectuosas
Las bujías en mal estado generan fallos en el encendido del motor. Si no se produce la chispa correcta en el momento justo, notarás tirones, especialmente al acelerar. Además, el coche puede tener dificultades para arrancar o aumentar el consumo de combustible. Revisarlas cada 30.000 a 60.000 km es clave para evitar estos problemas.

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3. Filtro de aire obstruido: menos oxígeno, menos potencia
Un filtro de aire sucio impide que el motor reciba suficiente oxígeno, lo que afecta directamente al rendimiento del coche. La mezcla aire-combustible se desequilibra y provoca tirones o incluso paradas bruscas. Cambiar el filtro regularmente, sobre todo si conduces en zonas con mucho polvo o tráfico, es una medida sencilla pero eficaz.

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4. Problemas en la transmisión o embrague
En coches manuales, un embrague desgastado o mal ajustado puede hacer que el vehículo dé tirones al cambiar de marcha. En los automáticos, una caja de cambios con falta de mantenimiento o con aceite degradado también produce sacudidas. Si los tirones aparecen al hacer cambios de velocidad, la transmisión podría estar detrás del fallo.

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5. Fallo en el sistema de admisión o sensores electrónicos
Los coches modernos dependen de sensores que ajustan electrónicamente la mezcla de aire y combustible. Si alguno falla, como el sensor MAF o el de oxígeno, el motor no "entiende" bien las condiciones de conducción y reacciona de forma irregular. Esto se traduce en tirones impredecibles, incluso cuando el coche está parado o al ralentí.