Las bolsas chinas han cerrado con ligeras subidas después del desplome del pasado lunes donde uno de los principales índices del páis, el CSI 300, sufrío unas pérdidas récord con un descenso del 7,7%. En Shanghai, el índice general se ha anotado un 0,24%, hasta los 3.776,32 puntos, y en Shenzhen, el índice general ha subido un 2,67%, para cerrar en 12.338,18 enteros. En un mercado de valores donde el 60 por ciento de las acciones está en manos de inversores individuales -que desconocen los mecanismos de la bolsa y se dejan guiar por los rumores-, han circulado especulaciones sobre la posible creación, por parte del Gobierno, de un fondo de estabilización del mercado. Además, también se rumorea que el Ministerio de Finanzas está considerando la posibilidad de suprimir las medidas para frenar al recalentado mercado -como la de triplicar el impuesto sobre las transacciones de valores- o aplicarla sólo a uno de los socios en su compra-venta y no a los dos como hasta ahora.