Firmas

La crisis de deuda y el FMI

  • El aumento en gasto público es solo una estrategia para ganar votos
Foto: Archivo

El Fondo Monetario Internacional (FMI) en su Fiscal Monitor de este mes de abril, bajo el título Capitalizing on Good Times hace unas interesantes observaciones sobre el nivel de deuda global, con las preocupaciones que esto levanta. En unos momentos en que todo son buenas noticias económicas, este mensaje ha pasado, digamos, sin pena ni gloria; máxime cuando lo que parece preocupar más en nuestro país tiene que ver con la supuesta sustracción de unas cremas en un supermercado hace ya muchos años; o los másteres que se regalan por ahí en alguna Universidad pública española que, dicho sea de paso, no refleja sino el deterioro que sufren algunas de estas instituciones académicas que viene a demostrar el porqué del poco prestigio internacional que tienen.

Volviendo a lo que nos ocupa, que es el nivel de deuda, de acuerdo con los datos del FMI, la deuda global alcanzó los 164 billones de dólares en 2016: un pico histórico al decir de este organismo. Billones, que no hay que confundir con miles de millones, sino con la acepción española, es decir, millones de millones. A esto el FMI resalta que las economías avanzadas tienen mucho mayor nivel de deuda respecto de su Producto Interior Bruto (PIB) que sus contrarios, los países en vías de desarrollo. A lo que se debería añadir el incremento de los riesgos que asoman respecto de la estabilidad financiera a corto plazo.

La deuda global representa nada menos que el 225 por cien del PIB mundial. Una cantidad que excede en un 12% a la que existía en 2009 justo después de estallar la crisis financiera que tanto daño ha hecho, aunque hoy se diga que ya está superada. No hace falta decir, sin embargo, que una de las causas de las crisis económicas es precisamente esto: la prosperidad. La historia económica es muy explícita en este sentido. Recuérdese, como ejemplo, los precios del barril del petróleo que había en el verano de 2008; o la situación en la que se encontraba la Bolsa de Nueva York justo antes del crac.

No se trata de ser agoreros, sino simplemente alertar para que los responsables económicos, tal como el propio FMI indica, deberían construir los amortiguadores económicos apropiados y reducir los niveles de deuda pública para enfrentarse a los desafíos económicos que sin duda alguna vendrán. Pues es precisamente en los tiempos en que la economía va mejor cuando hay que tomar las decisiones para evitar los malos tiempos. Algo que bien enseñó el patriarca José con aquello de las vacas flacas y las vacas gordas en Egipto allá por el 1.600 a.C.

Desgraciadamente, lo que vemos va en dirección contraria. De un lado, hay una suerte de mini burbuja inmobiliaria que se está gestando en algunas ciudades de España, especialmente Madrid y Barcelona, que se suma a una especie de guerra de préstamos entre los bancos que, sin llegar a lo que fue, avisa de una cierta alegría que puede ir en contra de la necesaria prudencia. Una situación que hay que sumar a los "presupuestos más sociales de la historia" que no son sino el aumento del gasto público ajeno a cualquier medida de aumento de la productividad. Una euforia que habla de unas campañas electorales próximas donde el dinero público se manejará para ganar voluntades electorales.

Mientras tanto, como asevera el FMI, las economías ricas están sobre endeudadas, mucho más que las de los países que luchan por incorporarse a los puestos de cabeza. De media, las economías avanzadas superan con creces el 100% de su PIB, mientras que las otras están alrededor del 50%; con la circunstancia de que estas últimas tampoco son ajenas a la alegría general, pues aumentaron su nivel de deuda un 40% respecto del año anterior al evaluado por el FMI. En España, para no desmerecer que pertenecemos a los países avanzados, la deuda pública ya superó el cien% del PIB, aunque se dice que bajará este año hacia el 97%. Cosa difícil si se tiene en cuenta que el gasto en pensiones sigue creciendo sin freno debido a la propia curva demográfica, a lo que se sumarán los nuevos incrementos que se han pactado para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Todo, sin contar que la Seguridad Social está en unos importantes déficit que, en el momento en que se frenara la marcha de la economía, aparecerían con toda su crudeza.

Para terminar, hay que decir que el Global Financial Stability Report presentado también este mes por el FMI, avanza los riesgos financieros que comentamos al principio, especialmente por la volatilidad que perciben en los mercados de valores. Todo, sin tener en cuenta la guerra comercial que Donald Trump ha lanzado en contra de China, poniendo a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en una importante crisis, o las tensiones geopolíticas que existen en Oriente Medio. Situación que a poco que nos demos cuenta pondrán a los inversores a la defensiva con sus efectos globales ya conocidos. Dice el FMI que el "camino está lleno de baches" y que se deberían de tomar medidas. Aquí, de momento, seguiremos viendo qué pasa con las cremas en los supermercados.

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Comentarios 2

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Carmen
A Favor
En Contra

El que avisa no es traidor.

Puntuación 4
#1
José Mª
A Favor
En Contra

La prudencia supone pensar en el medio / largo plazo, pero el horizonte de los polí­ticos acaba en las elecciones más próximas (mantenerse en el poder o conseguirlo).

Puntuación 1
#2