
Dejamos atrás una semana de corte consolidativo en las bolsas mundiales donde se ha podido volver a constatar la debilidad de los índices europeos en comparación con Wall Street. La prueba más fehaciente ha sido ver cómo en el último rebote los índices estadounidenses han recuperado entre 2/3 partes y un 80 por ciento de toda la última caída, mientras que en Europa solamente el Cac 40 parisino ha logrado recuperar la mitad de esa bajada y el resto no ha llegado ni siquiera a ajustar un 38,20 por ciento de la serie de Fibonacci, que es lo mínimamente exigible en un rebote para que se alejen los riesgos de ver una recaída al origen del mismo.
El riesgo que vemos en próximas sesiones es que los índices norteamericanos opten por corregir parte del último y fuerte rebote y eso nos tememos que podría provocar que veamos un último susto en las bolsas europeas, que podrían caer de nuevo a la zona de mínimos del año e incluso no descartamos que en algún caso esos mínimos puedan llegar a ser perdidos.
Ese susto lo veríamos como una in-mejorable oportunidad para comprar de nuevo bolsa en busca de un contexto de reanudación alcista en próximos meses hasta, cuando menos, los máximos que vimos en enero. Si el rebote tiene continuidad seguiremos disfrutando de las compras hechas, aprovechando las caídas tras el último pánico bajista, pero no nos fiaremos hasta que no se superen los huecos bajistas abier- tos el 6 de febrero desde los 3.478 del Eurostoxx 50 o los 10.065 del Ibex 35.