Firmas

Repsol cierra un ciclo para convertirse en una gasista

  • La petrolera acabará compitiendo con Gas Natural Fenosa
Imagen de Dreamstime

Repsol cierra una etapa con la venta del 20% de Gas Natural Fenosa a CVC Capital Partners y Corporación Financiera Alba por 3.800 millones de euros, el mismo precio pagado en septiembre de 2016 por el fondo GIP. La petrolera se prepara para afrontar una nueva era que comenzará con la presentación de su próximo plan estratégico, previsiblemente en abril, con el objetivo de convertirse en una compañía energética global centrada en el gas natural: la energía de la transición.

Las líneas maestras del nuevo plan estratégico parecen a estas alturas evidentes. La petrolera, cuyas reservas son ya principalmente de gas natural, tendrá que dedicarse a vender electricidad y gas al cliente doméstico en España, un extremo en el que tendrá que competir con Gas Natural Fenosa para poder monetizar sus reservas.

La compañía además seguirá avanzando en su estrategia de transformación digital para mejorar sus refinerías y procesos productivos, así como profundizar en la captura de CO2 y crecer en el negocio de las renovables, donde si los precios que se barajan entran en una senda adecuada, la compañía acabará cerrando una compra.

Repsol presentará el próximo abril una estrategia centrada en seguir mejorando la eficiencia y con una reducción de los costes de la corporación. Asimismo, se espera lograr una mejora del margen por barril producido y procesado acudiendo a nuevas cuencas donde los costes de extracción son menores.

Activos para monetizar

Además, Repsol todavía cuenta con importantes activos que podrá monetizar en el futuro como, por ejemplo, el gran yacimiento de Duvernay en Canadá donde puede incorporar a un socio y espera seguir creciendo en áreas como la química en la que espera firmar pequeñas alianzas para aumentar su producción en algunos de los grandes países consumidores de sus productos. La petrolera también puede monetizar su negocio de estacio- nes de servicio en Italia, de donde acaba de salir la mayor petrolera privada del mundo, Exxon.

Asimismo, Repsol quiere seguir adelante con los planes de exploración y producción -donde los avances en digitalización han supuesto un salto considerable en los éxitos de la compañía- y seguirá concentrando su cartera y saliendo de algunos países consi-derados no estratégicos.

La petrolera celebrará la semana que viene su consejo de administración ordinario para aprobar los resultados anuales, que se espera que presenten unos números absolutamente abrumadores, lo que le permitirá afrontar un plan de recompra de acciones para que sus principales accionistas no sigan diluyéndose en el capital pese al pago mediante la fórmula del scrip dividend.

Golpe de timón

La compañía deja así atrás los problemas sufridos por las guerras internas durante el intento de golpe de timón protagonizado por el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, y posteriormente por la mexicana Pemex. Todos ellos fracasados. Asimismo, se supera la expropiación de YPF que sumió a la compañía en una larga batalla con Argentina hasta que logró una compensación económica justa que le permitió hacerse con la canadiense Talisman Energy justo antes de la caída de los precios del petróleo. La crisis provocada por este retroceso del crudo forzó a la compañía a tener que buscarse la vida y a optimizar sus cuentas con la venta de activos no estratégicos por casi 6.000 millones para poder mejorar su calificación crediticia.

La petrolera comenzó a considerar en aquel momento desprenderse de los títulos de Gas Natural que siempre vio como una opcionalidad financiera y aunque lo negó durante algún tiempo acabó desprendiéndose de una parte al considerar que sus caminos deben separarse porque más pronto que tarde tendrán que enfrentarse en el mercado.

La salida de Repsol del accionariado de Gas Natural tras 27 años supone la ruptura definitiva del pacto parasocial existente en la compañía entre Criteria, el fondo GIP y la petrolera. Ahora la gasista también tendrá que diseñar su estrategia conforme a los deseos de este nuevo fondo y afrontar la necesidad de firmar o no un nuevo pacto parasocial.

La entrada en el accionariado de Gas Natural Fenosa puede permitir también dar pasos adelante en el proceso de consolidación que se espera que se abra en Europa. La compañía, gracias al potencial financiero de sus nuevos accionistas, así como a las desinversiones que ha ido realizando, puede optar por dos caminos: convertirse en uno de los grandes compradores europeos o, por contra, acabar troceando su negocio para maximizar el valor de la inversión de los fondos. De momento, parece que va por la primera opción. La ga-sista ha analizado a lo largo de los últimos meses una operación de compra de activos renovables en Estados Unidos que ya ha sido descartada pero también está analizando la marcha de mercados como el turco, en el que también se están encontrando nuevas oportunidades.

El nuevo presidente de la gasista, Francis-co Reynés, ha pedido tiempo para preparar su nueva estrategia al tiempo que permite que se consolide su accionariado para poder asumir con mayor tranquilidad los retos del futuro a los que tendrá que enfrentarse en plena transición energética.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky