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'Abenomics' ha sido un éxito

Shinzo Abe, primer ministro de Japón. Foto: Reuters.

Las políticas 'Abenomics' de Japón, puestas en marcha hace cinco año, cuando Abe fue nombrado primer ministro, comprenden tres elementos: relajación monetaria, estímulo fiscal y reformas estructurales, mediante un cambio radical con el objetivo de modificar las expectativas sobre su economía. Ha sido bastante positivo, incluyendo el mercados de capitales. La relajación monetaria del Banco de Japón (desde septiembre de 2016 la entidad está comprometida a comprar 6 billones de dólares de ETF de renta variable japonesa al año y en su balance ya suma un 4% de la capitalización del índice Topix y un 150% de las entradas en el mercado bursátil japonés del último año) y mejora de beneficios empresariales se ha traducido en una subida del índice Nikkei 225 del 120% hasta noviembre y del 111% del Topix en el mismo período. Además, la estabilidad de la política monetaria y las reformas estructurales probablemente serán beneficiosas, sobre todo porque la aplastante victoria del Partido Liberal Demócrata en octubre da a Abe un nuevo mandato de cuatro años.

En concreto el PIB nominal ha subido casi el 11% de diciembre de 2012 hasta el segundo trimestre de 2017. Aunque puede resultar difícil alcanzar el objetivo para 2020, salvo que la inflación aumente significativamente, se trata de un logro considerable, dado que el PIB se había contraído el 4,6% la década anterior. Además, el empleo total ha crecido un 4,6%, pese a que la población japonesa en edad de trabajar cae desde 1993. La tasa de desempleo estaba en septiembre en el 2,8%, un 1,5% menos que en 2012, siendo la más baja en dos décadas, con un 50% más de ofertas que de demandas de empleo. Aunque el salario medio no ha subido mucho, la retribución ha aumentado un 8,6%.

A ello se añade que, con la relajación monetaria sin precedentes del Banco de Japón, el yen se ha depreciado un 30% frente al dólar. Ello ha contribuido a impulsar las exportaciones japonesas un 25%. Los exportadores japoneses son una parte significativa del mercado de renta variable y su rentabilidad ha superado a las más orientadas al mercado nacional. Incluso en 2017 la renta variable japonesa ha seguido comportándose bien a pesar de que la debilidad del yen ha remitido. De manera que el índice Topix ha alcanzado máximos desde el crack de 1989. Ahora las valoraciones son bastante exigentes, con un múltiplo precio/beneficios esperados a la par con índices europeos. El caso es que, pese a la fuerte rentabilidad, los inversores extranjeros han sido vendedores netos este año.

Hasta ahora el único revés importante de las políticas Abenomics ha sido la ausencia de inflación. El IPC subyacente ha asido del 0,7% interanual hasta septiembre de 2017, muy por debajo del objetivo del 2% y, aunque es difícil cambiar las expectativas, es mucho mejor que la deflación de 2012 de -0,2%.

Una percepción común es que las reformas estructurales no han llegado. No estamos de acuerdo. La Administración ha introducido cambios en políticas económicas y sociales, cuyo efecto va notándose poco a poco. Hay que tener en cuenta que el gobierno corporativo ha sido tradicionalmente un punto débil de las empresas, por falta de transparencia, participaciones accionariales cruzadas y falta de protección de los pequeños accionistas. Pero el Gobierno publicó un Stewardship Code en 2014 para animar a los inversores a usar sus derechos de voto y presionar a las empresas. El Corporate Governance Code trata de conseguir que las empresas sean más transparentes y receptivas con sus accionistas. Así, mientras que en 2012 solo el 17% de las cotizadas tenía al menos dos miembros independientes en el consejo, en 2016 ya había aumentado al 80%. Además, el impuesto de sociedades se redujo del 39,5% al 29,97% en 2016. El IVA subió de 5% al 8% en 2014 y se espera se incremente al 10% en 2019. Además en 2016 se introdujo un sistema de identificación del contribuyente residente en Japón para facilitar la recaudación de impuestos. Estas medidas contribuirán a lograr sostenibilidad fiscal a largo plazo.

Finalmente hay que tener en cuenta que las mujeres de Japón con formación académica superior son un activo oculto del país, pues la tasa de participación laboral femenina es muy baja. Para animarlas el Gobierno creó 191.000 plazas en guarderías infantiles en 2013- 2014 y proyecta eliminar la lista de espera a finales de 2017, para cuando se proyecta que sean 400.000. Asimismo, las prestaciones de maternidad para trabajadoras han aumentado y se encuentran ya entre las más generosas del mundo desarrollado. El Corporate Governance Code exige que las empresas tengan objetivos de diversidad de género y la tasa de participación laboral femenina ha subido del 3,2% hasta el 51,4%.

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