
En 2011, el Gobierno de Andorra diseñó una estrategia para la transformación del modelo económico y favorecer su diversificación y apertura económica. Se trataba de fortalecer y dar nuevas oportunidades a los sectores tradicionales de la economía andorrana, propiciando a la vez, nuevas actividades y la llegada de inversores internacionales. Sin embargo, la apertura económica requería un marco fiscal homologable a los estándares internacionales en términos de transparencia, cooperación en materia fiscal y lucha contra el blanqueo de capitales.
La estrategia era coherente con el recorrido iniciado por el Principado desde 2009, cuando se adoptó la Ley de intercambio en materia fiscal con solicitud previa, que ha permitido firmar hasta 23 acuerdos bilaterales de intercambio. El camino trazado por el G20, la UE y la OCDE contra el fraude y la competencia fiscal desleal, era el único posible y a la vez una oportunidad de crecimiento para la economía andorrana. No avanzar en este camino habría significado el aislamiento y la pérdida de competitividad.
La configuración de una nueva Andorra ha requerido seis años de cambios y reformas. Se ha implementado un modelo fiscal completo y homologable que incluye impuestos directos inéditos hasta ahora, como el de sociedades o el impuesto sobre la renta de las personas físicas. La imposición indirecta ha derivado hacia un modelo de gravamen sobre el valor añadido equivalente al mayoritario en Europa. El nuevo marco fiscal se ha demostrado competitivo y suficiente respecto a las necesidades del país. Esta fiscalidad se ha visto validada con la firma de diversos convenios de no doble imposición, como los firmados con Francia, España o Portugal, con expectativas de ampliar su número y facilitar así la diversificación de la economía y las posibilidades de profesionales y empresas del país para operar en el exterior.
El compromiso con la cooperación y transparencia en materia fiscal es firme. Andorra ha suscrito los convenios de la OCDE para el intercambio automático de información fiscal y la lucha contra las prácticas que erosionan las bases imponibles de los países donde realmente se desarrolla la actividad empresarial y hoy en día forma parte de la lista de países Largely Compliance donde se encuentran los Estados con las economías más avanzadas.
En el ámbito legislativo, se han adoptado las recomendaciones de Moneyval y el GAFI, con el objetivo de fortalecer la lucha contra el blanqueo de capitales. Un compromiso que viene de lejos y que ha permitido a Andorra ser uno de los países que ha superado satisfactoriamente todas las evaluaciones del Moneyval y encarar la incorporación de las recomendaciones más exigentes de la quinta evaluación.
Es necesario destacar, especialmente, el trabajo de implementación tanto de las leyes financieras como de las estructuras de supervisión del sector financiero a las directivas de la UE. En el año 2011 Andorra y la UE firmaron el Acuerdo Monetario, adoptando el euro como moneda legal y garantizando que las entidades financieras y bancarias andorranas, tradicionalmente solventes, se regirían por la misma normativa y supervisión que cualquier entidad europea.
En un mundo cada vez más globalizado y regulado y con una economía más interrelacionada, Andorra sólo podía escoger formar parte de los países avanzados, cooperadores y transparentes. En este nuevo contexto no era posible salir de la crisis y volver a crecer con el mismo modelo que se impuso tiempo atrás. El reto ha sido gestionar este cambio de paradigma como una oportunidad y pocos estados han hecho un cambio tan profundo en tan poco tiempo.
Las nuevas reglas establecidas nos han puesto en posición de poder competir, nos han homologado y han reforzado la credibilidad de Andorra en las instituciones internacionales. Ahora queremos hacer un nuevo salto cualitativo, por eso hemos iniciado un proceso de negociación con la Unión Europea que tendrá que culminar con la firma de un acuerdo de asociación y el acceso al mercado único.
Andorra continúa teniendo un enorme potencial comercial y turístico, somos un referente internacional en deportes de invierno, tenemos un marco natural envidiable y activos intangibles como la seguridad o el bienestar que nos convierten en un lugar excelente para invertir y vivir. Nuestra plaza financiera es sólida, con plenas garantías jurídicas, estabilidad y reconocimiento internacional. Es necesario seguir trabajando para que esta realidad sea ampliamente conocida por todos.