
Es en el momento de empezar cuando hay que cuidar atentamente que los equilibrios queden establecidos de la manera más exacta". Así comienza Dune, de Frank Herbert, una de las grandes novelas sobre el Mesianismo, la Ecología y la Geoestrategia. Y creo que es una buena fuente de inspiración sobre el comienzo de la Comisión de Investigación sobre la crisis del sistema financiero español. La primera relación es bastante obvia, tanto si ha leído el libro, ha visto la película de David Lynch, bastante inferior, o sólo ha visto un tráiler: el gran protagonista de Dune es el sitio donde falta el agua, el infernal desierto de Arrakis. El principal protagonista aquí es la brutal ausencia de liquidez en la economía española, lo que hizo perecer empresas e hizo la crisis muchísimo más dura para casi todos.
Pero es una verdad universal que en los comienzos de un estudio sobre cualquier cuestión amplia son un punto crucial. Para Ciudadanos, la crisis del sistema financiero español es de una enorme gravedad, y los españoles se merecen una respuesta a las cuestiones claves. El Banco de España ha realizado un estudio sobre la crisis, que presentó el gobernador, Luis María Linde, inaugurando la Comisión de Investigación. Lamentablemente, el documento no da respuesta a las cuestiones clave. No solo es una cuestión de que no hay autocrítica del Banco de España, como han señalado la práctica totalidad de los medios de comunicación y fuerzas políticas, sino que ni siquiera hay una explicación de por qué ocurrió, es decir por qué la crisis financiera española fue muchísimo más grave que la de otros países.
Para poder iniciar un estudio equilibrado de la enorme crisis financiera en España hay que partir de sus efectos. En primer término, ya no quedan cajas de ahorro, con la excepción de las de Pollença y Ontinyent. Hace unos años, las cajas de ahorro eran la mitad del sistema financiero español. Por otra parte, el coste a fondo perdido para el contribuyente ha sido, según el Tribunal de Cuentas, superior a 60.000 millones de euros. Todo este dinero se ha empleado en el rescate de cajas, con la única excepción del Banco de Valencia, que estaba controlada por una Caja, Bancaja. Para todo el que no sea voluntariamente ciego, estamos hablando de una crisis de cajas de ahorro, que, en muchos casos, estaban dirigidas por políticos o expolíticos del PP, PSOE, PSC y nacionalistas de varias formaciones.
Los efectos fundamentales de esta crisis fueron tres. En primer lugar, la práctica desaparición de la obra social de las cajas de ahorro, de lo que nos hemos olvidado, pero que supone un enorme coste social y cultural de carácter permanente. Por otra parte, tenemos el coste de los recursos públicos perdidos. De los 60.000 millones, el Banco de España considera que una parte son privados, recursos de los bancos, porque esa es la naturaleza de los fondos aportados al Fondo de Garantía de Depósitos. Ésta es una cuestión muy discutible, porque el Fondo de Garantía de Depósitos forma parte del Sector Público y consolida, es decir se tiene en cuenta, a todos los efectos, incluyendo para medir el déficit. Perob sobre todo, porque el Estado garantiza hasta 100.000 euros en todos los depósitos bancarios, y ahora no hay efectivo suficiente para garantizarlo en el Fondo de Garantía de Depósitos, con lo que respondemos todos los contribuyentes.
Respecto de los recursos públicos empleados en el rescate del sistema financiero, el Banco de España en su informe de la crisis no presta atención a los costes indirectos. Por este coste indirecto le pregunté al gobernador, en dos aspectos fundamentales: los Esquemas de Protección de Activos (EPA) y los Activos Fiscales Diferidos. Sobre la primera cuestión, clave para saber cuánto dinero tendremos que seguir poniendo los contribuyentes, no obtuve respuesta. Respecto de los activos fiscales diferidos, el gobernador opina que no suponen ninguna ventaja para los bancos. Esta afirmación es muy discutible, pero que el coste de los activos fiscales diferidos no se tenga en cuenta en el informe del Banco de España es una omisión imperdonable. No solo por no computar todos los costes del rescate, sino especialmente porque se ignora la situación fiscal real de la banca; y eso hay que tenerlo en cuenta en cualquier tipo de reforma fiscal.
De todas formas, la tercera cuestión es la clave: la ausencia de liquidez que agravó de forma brutal la crisis económica en España. Esta restricción de liquidez tiene dos causas fundamentales, la política monetaria equivocada del Banco Central Europeo bajo el mandato de Trichet, que repitió los errores de los Bancos Centrales en la gran recesión, y especialmente no sanear y recapitalizar las cajas con problemas. Este segundo factor, y la ocultación de los créditos morosos y fallidos que realizaron las entidades financieras, originó una brutal restricción del crédito, que se extendió entre 2008 y 2014.
En toda esta cuestión tienen especial trascendencia los graves errores de supervisión financiera. Ésta es una cuestión que el gobernador del Banco de España se resistió a abordar en el informe, y que admitió, en mi opinión, si bien de forma elíptica, en la Comisión de Investigación: queda la duda de si una política más agresiva, en lugar de resolver gradualmente los problemas, no hubiese reducido el coste del rescate. En mi opinión, no fue una cuestión de "resolver gradualmente" los problemas, sino de no reconocer la situación real de las entidades, lo que dio lugar a bancos zombies, que no daban créditos, lo que agravó drásticamente el impacto de la crisis.
El último ejemplo, tristemente, lo tenemos en el Banco Popular. Seguimos pensando en Ciudadanos que la reforma de los supervisores financieros, incluyendo al Banco de España, es una tarea fundamental que tenemos pendiente, vistos los resultados.
Estas cuestiones las iremos comentando en esta web "desde la arena", porque los lectores tienen derecho a saber por qué se hundió la mitad del sistema financiero y por qué España quedó convertida en un desierto económico sin liquidez durante tanto tiempo. Pero, sobre todo, porque si no aprendemos de los errores, lo que en primer término pasa por identificarlos, los volveremos a cometer.