
No es habitual presumir públicamente de pagar muy pocos impuestos. Sin embargo, algunas multinacionales norteamericanas presumían en sus informes anuales de pagar a nivel mundial muy pocos impuestos. Y esto pese a que en Estados Unidos se paga un 35% nominal, y algunas compañías pagan tipos efectivos bastante elevados.
Estas compañías lo atribuían a su eficaz planificación fiscal "overseas". Este término, "overseas" significa para un estadounidense el extranjero. A mí, cuando he realizado inspecciones a multinacionales, siempre me ha parecido un término colonial: como si perteneciese a la Administración Tributaria de la Selva del Gorongoro y no de un país democrático.
Hace unos días, la Comisión Europea exigía a Irlanda que recuperase como "ayudas de Estado ilegales" más de 13.000 millones de euros que dos filiales irlandesas de Apple se había ahorrado de impuestos. La Comisión Europea lleva décadas considerando que perdonar impuestos de forma selectiva a una empresa equivale a darle una subvención.
Evidentemente, una empresa que no paga impuestos, o que recibe subvenciones, compite en mejores condiciones que la competencia que tiene que pagar impuestos. Por supuesto, las empresas pueden recurrir las decisiones de la Comisión al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, y lo hacen con frecuencia.
Irlanda tiene un impuesto de sociedades muy reducido, con un tipo del 12,5%. Además, tiene convenios con Paraísos Fiscales, que permiten a las empresas irlandesas reducir su factura fiscal por operaciones con sociedades en estos territorios. Incluso, hasta hace muy poco, Irlanda permitía que sociedades irlandesas pero administradas desde un paraíso fiscal, pagasen impuestos en sitios como Bahamas o Cayman, es decir no los pagasen y no en Irlanda.
Por último, y no es el único Estado Europeo que tiene esta práctica, mediante acuerdos denominados "ruling", Irlanda ha pactado con multinacionales los impuestos que tienen que pagar. Por supuesto, con estas facilidades, muchas empresas están concentrando sus beneficios en Irlanda, o en otros países con sistemas parecidos. Con esto tienen lo mejor de dos mundos: la fiscalidad de los paraísos fiscales y las ventajas de operar en el mercado único europeo.
Según la Comisión Europea, los "ruling" o acuerdos entre Irlanda y Apple son una ayuda de Estado, es decir una ventaja selectiva a favor de la multinacional. Efectivamente, una tributación efectiva del 0,05% sobre los beneficios, que es lo que afirma la Comisaria de Competencia Margrethe Vestager que pagó Apple, no es la tributación previsible en un sistema fiscal del mundo occidental.
Ahora bien, se puede discutir si es el "ruling", o sea el acuerdo, el que da lugar a una tributación ridícula o es el propio sistema fiscal irlandés, a través de los acuerdo con paraísos fiscales. En cualquier caso, no parece una situación tolerable.
Hace un par de años, en una intervención como experto ante el Comité Económico y Social Europeo, propuse que se estableciese un régimen fiscal europeo para las operaciones de multinacionales con filiales en paraísos fiscales. Por supuesto recibí durísimas críticas por parte del representante irlandés (y del maltés por cierto). Hace un año, la Comisión Europea dio el primer paso en esta dirección al iniciar la confección de una lista única europea de paraísos fiscales.
En el expediente de Apple se están diciendo muchas cosas, y sorprendentemente, se están olvidando otras. Por una parte, el Consejero Delegado de Apple, Tim Cook ha calificado la decisión de la Comisión de "basura política". Sin embargo, hace dos años, Cook fue citado ante el Comité Permanente de Investigación del Senado de Estados Unidos. La razón de la citación era la misma: los senadores americanos consideraban que Apple no pagaba suficientes impuestos, en Estados Unidos, claro.
El hecho es que, como cuento con más detalle en mi libro ¿Hacienda somos todos?, Apple no tenía tesorería suficiente para pagar los dividendos a los que se había comprometido en Estados Unidos. Por esta razón, la compañía de la Manzana, en lugar de repatriar beneficios del exterior, pidió un préstamo.
Si Apple hubiese repatriado los beneficios, hubiese tenido que pagar la diferencia entre el 35% estadounidense y lo que había pagado en el extranjero, que no era precisamente mucho. Sin embargo, como declaró Cook, Apple había pagado casi 6.000 millones de dólares en impuestos en ese ejercicio fiscal a la Hacienda americana, soportando una tasa efectiva del 30,5%.
Esto parece haberse olvidado, como entonces, las demás empresas se olvidaron de enviar cartas al Senado o al Presidente de los Estados Unidos. Ahora, la Business Round Table, una agrupación de 185 multinacionales norteamericanas, ha enviado una carta a los 28 jefes de Gobierno de la Unión Europea instándoles a que anulen la decisión de la Comisión, en un lenguaje particularmente duro.
Señalaba Adam Smith "Los comerciantes del mismo rubro rara vez se reúnen, incluso para entretenimiento y diversión, sin que la conversación termine en una conspiración contra el público?". Todo esto resulta particularmente chocante. Por una parte, soportar en Estados Unidos un 30% efectivo no afecta a las inversiones, pero pagar más de 0,05% efectivo en Europa sí.
Por otra parte, no hay problema en comparecer en el Senado de Estados Unidos por solicitar un préstamo, pero los expedientes de la Comisión Europea son basura política. Por último, resulta una concepción particularmente curiosa del Estado de Derecho y de la separación de poderes, exigir a los Jefes de Gobierno y no a los Tribunales de Justicia que anulen las resoluciones de la Comisión.
Por el contrario, en Ciudadanos creemos que como los demás Gobiernos, el español debe realizar el máximo esfuerzo porque las multinacionales paguen en Europa y en España, por los beneficios que generan aquí.
En fin, no sólo es que si las grandes multinacionales no pagan impuestos compiten en desigualdad de condiciones con su competencia. Es simplemente, que los impuestos que no pagan las empresas que más dinero ganan del mundo, lo tenemos que pagar los demás contribuyentes.