¿Conservador, moderado o amante del riesgo? Una buena definición del perfil de riesgo de cada inversor es un aspecto clave para que éste se sienta seguro y confiado en el entorno actual. En los primeros meses de 2016 el clima de incertidumbre se mantiene por la falta de expectativas sobre el crecimiento de la economía global. Inversores y mercados continúan expectantes sobre las medidas que las grandes instituciones financieras -Reserva Federal, Banco Central Europeo o el Banco de Japón- vayan a aplicar en las próximas semanas. China, un gigante que se ralentiza, sigue generando preocupación por el gran volumen de reservas que mantiene el Banco Popular Chino y el tipo de cambio del yuan, sin perder de vista los vaivenes de su índice doméstico que, en lo que va de año, se ha dejado casi el 20%.
Los mercados siguen muy sensibles, ya no sólo a la evolución del precio del petróleo, sino también a las dudas sociopolíticas como el Brexit, las elecciones en Estados Unidos o la crisis migratoria en Europa y el subsiguiente cierre de las fronteras intracomunitarias. Los índices de volatilidad continuarán altos a lo largo del semestre por lo que, ahora que la expansión monetaria en Estados Unidos está tocando a su fin y que se han empezado a subir tipos de interés, hay que volver a la normalidad y aceptar que para obtener rentabilidades habrá que asumir riesgos.
Hoy por hoy, dada la situación, es complejo realizar recomendaciones o posicionamiento en bolsa a corto plazo. Estamos inmersos en un ciclo con cierto grado de corrección, que creemos desembocará en una tendencia alcista similar a la iniciada en 2009. Debemos plantearnos las inversiones en bolsa siempre desde una perspectiva de largo plazo.
Los próximos vencimientos de depósitos bancarios tendrán también cierto impacto en los fondos de inversión. Un porcentaje de estos inversores se derivarán a la suscripción de fondos, buscando un plus de rentabilidad que estos pueden ofrecer como alternativas de inversión. Los fondos garantizados, que también vencen este año, captarán parte de los depósitos y generarán la mayoría de la actividad de registro durante el semestre -igual que los fondos perfilados-; aunque la dificultad radicará en que, con los tipos de interés actuales, las rentabilidades de garantizados de renta fija o variable serán muy limitadas.
Ante este panorama, ¿dónde invertir? El escenario inmediato que se le plantea a los fondos de inversión es complejo, pero con interesantes oportunidades. Si bien es cierto que se han producido reembolsos, la caída del patrimonio gestionado por los fondos ha venido más bien marcada por la pérdida de valor de las inversiones. Aquellos fondos en que sus carteras cuenten con una buena selección y diversificación de valores serán más propicios a obtener rentabilidad, de ahí que los activos que deberían tener mejor comportamiento son valores de renta variable con buenos fundamentales o los de renta fija corporativa (incluyendo high yield). Otra opción interesante, y que va ganando peso en diversas carteras, es la gestión alternativa donde se puede obtener un plus de rentabilidad por descorrelación con el mercado.
Los inversores deben tomar posiciones, dentro de sus "límites de confort". Los de perfil conservador, todavía temerosos de la alta volatilidad de los mercados, pueden optar por los fondos monetarios, de renta fija a corto plazo o por algún perfilado prudente. En el otro bando se encuentran los inversores que buscan oportunidades dentro de este clima de incertidumbre, un inversor capaz de asumir más riesgos y que busca acceder a empresas de calidad que en otras circunstancias tienen un precio objetivo elevado.
Atendiendo al desarrollo de los mercados y el contexto internacional, todo parece indicar que, por el momento, seguiremos viviendo tiempos de prudencia. En la situación actual, la falta de alternativas no invita a salir de los fondos. Hoy por hoy, los fondos refugio parecen una buena solución para aquellos que creen que pueden existir oportunidades y que temporalmente no quieran dar el salto a fondos más arriesgados.
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