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Las patologías de la economía: hiperinflación y endeudamiento

  • Zimbabwe va a proceder a un proceso de desmonetización
Billete yugoslavo de 100.000.000 de dinaras.

De todos es sabido la más que reconocida animadversión de la canciller Angela Merkel hacia una potencial inflación descontrolada. De ahí su máximo interés por el control de la política monetaria en el seno de la eurozona, además de practicar con la máxima cautela todas las medidas encaminadas a provocar aumentos de la tasa de inflación en torno a un moderado 2%, en el crecimiento general de los precios de los bienes y servicios dentro de la Unión Europea.

Con Milton Friedman aprendimos que empíricamente existe una relación muy estrecha entre dinero e inflación, de ahí que haya quedado para la posteridad aquella frase que acuñó él mismo para certificar que "la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario".

Recordaremos que la economía y la medicina siempre han ido muy unidas a lo largo de la historia del pensamiento económico, así lo podemos acreditar con la Escuela Fisiocrática liderada por el economista Francois Quesnay en el siglo XVIII en la Francia ilustrada y posteriormente extendida por Europa, oponiéndose a los defensores del mercantilismo. Por ello es justo preguntarnos por las posibles patologías que padece de vez en cuando la ciencia económica. Según la Real Academia Española (RAE), el concepto de patología tiene dos significados, uno lo presenta como la rama de la medicina que se enfoca en las enfermedades del ser humano y, el otro como el grupo de síntomas asociados a una determinada dolencia.

Hiperinflación y endeudamiento

Podemos deducir que dos de las patologías más dolorosas y complejas de resolver en la economía de un país han sido y está siendo el fenómeno de la hiperinflación y el explosivo crecimiento del endeudamiento de la economía en un determinado periodo de la historia económica, excelentemente estudiado por los economistas Carmen Reinhardt y Kenneth Rogoff.

En las últimas semanas, se publicó la noticia económica acaecida en un país del sur de África, la Republica de Zimbawe, afirmando que se decía adiós a los billetes de 100.000.000.000.000 de dólares, al fin termina un proceso recurrente de hiperinflación que ha dañado la estructura económica de este país africano, rico en recursos naturales y turísticos.

Fue el economista americano de la Universidad de Chicago, Phillip David Cagan (1927-2012), quien aportó una primera y vigente definición de hiperinflación, consistiendo en tasas de crecimiento del nivel general de precios superiores al 50% mensual durante por lo menos dos meses consecutivos Una tasa de inflación acumulativa mensual del 50% implica que la tasa anual de inflación supere ampliamente el 12.000%.

Imaginen el crecimiento exponencial que ha supuesto para esta economía mantener por el inefable Robert Mugabe, presidente de Zimbabwe desde 1987. Esta irrefrenable situación de hiperinflación venía cebándose desde comienzos del año 2000. Desde hace unas semanas se ha puesto fin a esta desbocada situación y se va proceder a un proceso de desmonetización, es decir, eliminar la condición jurídica de la unidad monetaria, el dólar de Zimbabwe. Ahora se inicia una renovada etapa con una nueva moneda, el dólar USA, y el canje será de 5 dólares de EEUU por cada 175.000 billones de dólares de Zimbabwe. Así de claro lo ha confirmado el gobernador del Banco Central de Zimbabwe, John Magudya.

Castigo del FMI

El FMI ha tenido castigado a este país, no solo por las secuelas de la hiperinflación en los salarios y los alimentos, sino también por su impago de los saldos correspondientes a las sucesivas ayudas financieras al desarrollo: la pésima gestión económica le obligó a adoptar una política de aislamiento internacional, contribuyendo a agravar más si cabe la situación interna, siendo un país con importantes recursos naturales: ferroaleaciones, azúcar, pieles y cueros, etc.

Se espera que con esta desmonetización del dólar de Zimbabwe y con el Staff Monitored Programe (SMP), firmado por el FMI con Zimbabwe hasta diciembre de 2015, de modo que pueda reconducir su política económica: reducción del endeudamiento y desbloqueo de los fondos para ayuda al desarrollo. Sin olvidar la tarea de mayor consolidación fiscal. ¿Les suena este programa económico en nuestro entorno europeo? Ante la incertidumbre de la resolución con respecto a Grecia, seamos conscientes de la gravedad y trascendencia internacional que supondría condenar al aislamiento internacional a nuestros socios helenos.

Esta dramática coyuntura hiperinflacionaria alcanzó límites poco menos que surrealistas, ante la gigantesca emisión de papel moneda para combatir la velocidad de la subida de los precios y salarios, la mayoría quedaban obsoletos, la población los utilizaba al final para cumplir con las necesidades higiénicas cotidianas. Pienso yo que a lo mejor podría exportar estos billetes a Venezuela para ayudar solidariamente a la escasez de papel higiénico en Venezuela.

Concluimos con una reflexión del dramaturgo Stefan Zweig sobre el periodo de hiperinflación alemana, "relatar la hiperinflación alemana en sus detalles, con todas sus inverosimilitudes, requeriría un libro, y ese libro impresionaría a los hombres de hoy como un cuento de hadas. Viví días en los que por la mañana pague 50.000 marcos por un diario, y cien mil por la tarde . Se cuenta que en el Banco Central, el Reichbank, todo era caos y ansiedad. Había alrededor de mil empleados que trabajaban en dos turnos para contar montañas de billetes que eran cargados diariamente en grandes fajos en camiones que los distribuían a los bancos de Berlín"

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