
Recuperar los mas de dos millones de votos que se quedaron en casa el 24-M. Ese es el gran objetivo que se han marcado los dirigentes del Partido Popular de cara a las próximas elecciones generales. Y para ello han diseñado dos estrategias prioritarias: "Desenmascarar" a Ciudadanos y a Podemos y dar un giro a favor de las clases medias, que son su base electoral y a las que más ha castigado con sus políticas de ajustes y reformas. Todo esto acompañado, además, del cambio de caras en la dirección para hacer creíble el cambio a los ojos de los ciudadanos.
En el caso de los partidos emergentes el planteamiento se basa en el principio de "por sus obras los conoceréis", especialmente en el caso de Podemos, alentando el miedo al caos o a la helenización de España. En este punto, en la sede popular de Génova no ocultan que los casos de Zapata y Rita Maestre y las ocurrencias de Carmena sobre las madres de la limpieza les vienen como "anillo al dedo" y aventuran que son sólo el principio.
Y respecto a las clases medias no hay fórmula mejor que utilizar los Presupuestos del Estado como instrumento para trasladar los efectos de la recuperación a las familias, a los autónomos y a los pequeños empresarios. Es decir, conseguir que el ciudadano perciba más empleo y más alegría en sus bolsillos.
Aquí es donde entran las rebajas del IRPF y Sociedades y de alguna otra figura tributaria que avanzaba Rajoy al Comité Ejecutivo del PP, o las subidas de pensiones y salarios, la devolución de las pagas a los funcionarios y el aumento de la inversión pública estatal.
No son más que las recetas que los llamados "barones" y los ministros del G-5 han prescrito al presidente, conscientes de que el PP se ha convertido para los votantes en un partido de derechas amenazado por la abstención y por la fuga a Ciudadanos.
"Nuestro voto se ha perdido claramente por el centro y se ha perdido sobre todo por la abstención", admitía Rajoy el viernes, lo que evidencia que, aunque tarde, el mal se ha detectado. El problema es ahora saber si tiene cura y si queda tiempo para remediarlo.