
"¿Quien sabe realmente por qué hacemos lo que hacemos?". Esta es la pregunta que se hace la protagonista de A cuatro patas (Random House), la segunda novela de la artista multifacética Miranda July, al comienzo del viaje que cambiará su vida. Este personaje, una mujer sin nombre, se propone emprender un trayecto en coche desde Los Ángeles hasta Nueva York. Una ruta que, para la sorpresa de la propia narradora, se desvía del camino. Literal y figuradamente. Es lo que tienen las crisis: uno las sospecha hasta que asoman de repente, como una señal de stop desgastada por el tiempo a la que hay que obedecer. Es ley.
La protagonista de A cuatro patas es una artista "medio famosa" que, a sus 45 años, atraviesa un desbordamiento sigiloso: "No estaba más cerca de los 65 que de los 25; sin embargo, dado que el tiempo se movía hacia delante, 65 era mañana y 25 era algo irrelevante". Su cuerpo es un parque de bolas que chocan con fuerza. Claro. La perimenopausia espera en el horizonte y el desplome de los estrógenos depara un accidente inminente, una clase de siniestro donde el deseo, la identidad y la belleza se rompen. Porque la caducidad es un fantasma que acecha y castiga, más aún si eres mujer. Entonces, ¿cómo no querer escapar del fin, dar un volantazo? Afortunadamente, una huida también puede ser un encuentro.
El libro llegó a las librerías españolas el 12 de junio y ya apunta a ser la lectura del verano, algo que podía intuirse después de que The New York Times y The New Yorker lo definieran como uno de los mejores libros de ficción escrito en inglés en 2024, justo lo que la propia July deseaba. Era intencionado. A cuatro patas tenía que hacer ruido. Explorar en alto por y para todas: la protagonista, la autora y las demás. Esas que también sufren las consecuencias de un sistema que las hace sentir viejas, inútiles y perdidas en un puñado de preguntas que se quedan colgando. Preguntas que traspasan el privilegio, porque, aunque hay quienes apuntan a la clase social de la protagonista, una mujer "pija", caprichosa y, en ocasiones, arrogante, esto no la exime de ser, al fin y al cabo, una víctima más del gigante patriarcal –el más anciano de todos, qué paradoja–.

"Me escribieron muchas mujeres. Escuché a otras escritoras y artistas que estaban casadas, que eran madres. Me escribieron con confesiones veladas sobre sus propias luchas. Creo que no hay mucho más que quiera de la vida aparte de esas conversaciones entre mujeres. Me dieron la confianza para seguir escribiendo de esta manera y seguir imaginando que estaban ahí, asintiendo, sabiendo a qué me refería. Estos temas, estos deseos y temores, pueden ser fácilmente descartados. Todo, durante el día, conspira para que una mujer no considere importantes estas cuestiones", sostiene July, cuyo compromiso político vive en el contenido –la protagonista, bisexual, se rodea de un entorno queer– y en el lenguaje –es madre de "une hije"–.
A cuatro patas es un road trip que fija como lugar de destino la liberación femenina. Es el encuentro con un nuevo despertar sexual. Un despertar salvaje y explícito, de hecho. Es una novela de ritmo ágil que hace reír. Una fila de mentiras y mucha verdad. Una propuesta sarcástica y controvertida que es, y no es, para todo el mundo. Y, quizás ahí, en el espacio entre esas dos paredes, se esconda su valor, lo verdaderamente importante.
Un talento que se expande
Criada en Berkeley, California, Miranda July (1974) reside actualmente en Los Ángeles. Es cineasta, escritora y artista. Su obra se ha expuesto en espacios como The Kitchen, el museo Guggenheim, el MoMA, el Whitney o la Fondazione Prada Osservatorio de Milán. Escribió, dirigió y protagonizó su primer largometraje, Tú, yo y todos los demás (2005), que recibió un premio especial del jurado en Sundance y la Caméra d'Or en el Festival de Cannes. El futuro (2011), su segunda película, optó al Oso de Oro del Festival de Berlín y fue seleccionada entre las mejores películas del año por The New Yorker. Su película más reciente es Kajillionaire (2020). Su libro de relatos Nadie es más de aquí que tú (2009) fue publicado en 27 países y galardonado con el Frank O'Connor International Award. Su libro de no ficción Te elige (2012) fue uno de los mejores libros del año según Amazon, y O, The Oprah Magazine lo destacó como lectura imprescindible de ese año. Su primera novela, El primer hombre malo (2015), fue publicada en más de veinte países. Tras su última novela, ha sido finalista al National Book Award y nominada al Women's fiction Prize.
Relacionados
- Adriana Murad Konings: "Hay críticos que no hablan de libros, sino de sus propias obsesiones, y eso revela sus debilidades"
- Raquel Congosto, autora de 'Amiga mía': "Escribir es intentar contar una pesadilla"
- Amar, rabiar y matar a ritmo de Bad Bunny: 'La próxima vez que te vea, te mato', la nueva novela de Paulina Flores
- Sabina Urraca: "Hay una tendencia a leer un texto y dulcificarlo en la cabeza, pasarle un filtro propio"