Evasión

El truco japonés para hacer langostinos rebozados perfectos que cada vez copia más gente: queda crujiente

Langostinos rebozados. Foto: Canva.

El rebozado es una técnica culinaria que consigue que los platos tengan más sabor y una textura más crujiente. Hay muchas maneras de preparar una de estas recetas, pero pocas se pueden comparar con la versión japonesa. Lo mejor es que no requiere apenas tiempo y con las nociones básicas se consigue un plato para chuparse los dedos.

Este tipo de aperitivo es muy popular en verano, ya que se hace rápido y no requiere apenas esfuerzo. Sin embargo, hay que recordar que es muy calórico y se debe consumir en momentos puntuales, aunque si es casero se puede conseguir que sea algo más ligero.

Los maestros cocineros de japón preparan uno de los mejores rebozados y son sus langostinos los que se llevan la palma con una técnica con mucha historia.

No se encogen los langostinos

Lo primero es preparar los langostinos: se pelan bien (dejando las colas) y se hacen tres cortes poco profundos en la parte inferior del langostino. Con esto se consigue que se rompan los tendones y evita que encoja al freír. Por último trata de presionarlo suavemente para que se quede alargado.

Es el momento de pasar a la parte del rebozado. Se debe mezclar primero los ingredientes secos: la harina con un poco de fécula de patata o maicena. En otro recipiente pon agua con hielo con una yema y vierte de golpe la mezcla seca. Con unos palillos chinos intégralo todo con 10 movimientos (no importa que queden grumos).

El truco de la fritura

Recuerda que el secreto está en que la masa permanezca lo más fría posible, por lo que una buena idea sería poner el cuenco en una especie de baño maría inverso para que se mantenga frío durante el rebozado.

Pon una sartén con aceite limpio a unos 180ºC, si está más frío se absorberá el aceite y si está más caliente se quemará dejándolo crudo por dentro. Recuerda freír pocas piezas a la vez para que la temperatura no baje y, para que sea más manejable, moja la cola del langostino en harina seca para que no salpique.

Un toque de maestros

Lo que hace que esas "escamas" se formen durante el rebozado japonés es echar unas gotitas de la propia masa al aceite antes de freír.

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