El pueblo marinero más bonito para viajar en agosto está en la Costa Brava: calas impresionantes y un jardín botánico escondido

El verano es una época para desconectar en un lugar tranquilo cerca del mar para refrescarse ante los días de calor. Por ese motivo hay que buscar pueblos con encanto para una escapada o puede que pasar unos días. La Costa Brava es uno de los puntos más populares de toda la península, aunque la zona litoral de Asturias está cogiendo impulso. Sin embargo, siguen estando en esta parte de Cataluña los pueblos con esencia pesquera más encantadores de todos.

El pueblo de Calella de Palafrugell, con sus calas impresionantes de aguas cristalinas y arenas doradas, se ha ganado ser considerado como uno de los más bonitos por su entorno de pueblo pesquero y su gastronomía tan especial.

Esta villa marina, situada en la comarca del Baix Empordà, es famosa por ser uno de esos pocos pueblos que ha preservado la antigua esencia pescadora con casa blancas y barcas varadas en la arena junto a pequeñas calas rocosas. Una estampa muy propia de esta parte del Mediterráneo.

Sus calas y rutas

Es cierto que no cuenta con grandes arenales en los que se puedan reunir grandes grupos de turistas, sino que está encadenada por calas como son las de Port Bo, Canadell, Port Pelegrí o El Golfet.

Es cierto que su popularidad ha crecido en los últimos años, pero sigue conservando un sitio más tranquilo que otras zonas cercanas mucho más urbanizadas.

Además, es el punto en el que comienzan rutas perfectas para los amantes de la naturaleza, su ubicación hace de este lugar un sitio perfecto para sortear las altas temperaturas de estos meses. Algunas de las más conocidas son el Camí de Ronda, que lleva a algunas calas impresionantes con paisajes formados por acantilados y pinares, o el Cap Roig, lugar de uno de los jardines botánicos más bonitos de todo el Mediterráneo de 20 hectáreas de extensión y con más de 800 especies botánicas.

Cómo llegar

En coche desde Barcelona: tomar la autopista AP-7 en dirección a Girona. Sal por la salida 9A, que indican Vidreres, Lloret de Mar, Platja d'Aro o Palamós. Desde ahí continúa por la C-35 y luego la C-65, pasando cerca de Sant Feliu de Guíxols y Platja d'Aro. Al llegar a Palafrugell, solo queda seguir las indicaciones hacia Calella de Palafrugell, a unos 4 kilómetros del centro del pueblo.

Desde Girona es aún más rápido: por la C-66 en dirección a La Bisbal d'Empordà y Palafrugell. Desde allí toma la carretera local hacia Calella de Palafrugell. El trayecto dura unos 45 minutos.