Evasión

Robert D. Kaplan retrata un mundo sin salida en 'Tierra baldía'

El analista geopolítico Robert D. Kaplan lanza un mensaje sombrío en su nuevo libro, Tierra baldía: Un mundo en crisis permanente. La obra, inspirada en el poema homónimo de T. S. Eliot y en La decadencia de Occidente de Oswald Spengler, plantea que el mundo atraviesa una crisis estructural profunda, similar a la que precedió el ascenso del nazismo en la República de Weimar.

Kaplan, veterano en el análisis de conflictos y transformación global y bien conocido en los Estados Unidos , sostiene que la situación actual no es una suma de crisis aisladas, sino un cambio de época. Según él, el orden internacional se tambalea, y ni las democracias, ni las grandes potencias parecen tener capacidad para evitarlo.

Advertencias desde el pasado

Una de las ideas centrales del libro es la comparación entre la situación mundial actual y la Alemania de entreguerras. Para Kaplan, la combinación de polarización política, desconfianza institucional y fractura social recuerda los años previos a 1933. A esto se suma un nuevo factor: la revolución tecnológica.

La digitalización y las redes sociales han aumentado la conexión entre personas, pero también han amplificado la radicalización, debilitando los consensos democráticos. La política, según el autor, se ha vuelto reactiva y emocional, sin espacio para la visión estratégica.

Kaplan pone ejemplos: en el pasado, líderes como Churchill o Adenauer supieron guiar a sus países en medio de la destrucción. Hoy, asegura, los gobiernos parecen atrapados en el corto plazo, sin capacidad de anticipación.

La ciudad, el nuevo campo de batalla

Otro eje del libro es la urbanización masiva. Kaplan analiza el crecimiento descontrolado de megaciudades como São Paulo, Lagos o Karachi y advierte que pueden convertirse en escenarios de caos. La falta de servicios, la desigualdad y la inseguridad convierten a estas metrópolis en focos de inestabilidad.

En paralelo, el autor, desde su perspectiva conservadora, observa un cambio cultural: el abandono del ideal individualista y el avance de formas colectivistas de pensamiento. La polarización política y la cultura de la cancelación serían síntomas de esa transformación.

Tres potencias en retroceso

El libro dedica capítulos específicos a Estados Unidos, Rusia y China, a las que Kaplan considera potencias en declive, aunque por motivos distintos.

Estados Unidos, según el autor, atraviesa una decadencia lenta pero constante. Kaplan señala la degradación del debate público, el deterioro de los medios de comunicación y la emergencia de líderes populistas como Donald Trump. El país ha perdido, dice, su capacidad de liderazgo global por culpa de una política fracturada.

Rusia, por su parte, es calificada como el hombre enfermo de Eurasia. La invasión de Ucrania afirma Kaplan, ha sido un error estratégico que ha acelerado el colapso de su modelo de poder. A diferencia de EE. UU., el declive ruso es rápido y estructural.

China, bajo Xi Jinping, representa otra forma de retroceso: el regreso al autoritarismo. Kaplan considera que el control creciente del Partido Comunista ha frenado las reformas iniciadas por Deng Xiaoping . El giro ideológico limita la adaptabilidad de China ante los desafíos del siglo XXI.

Un mundo sin brújula

El diagnóstico de Kaplan es claro: el mundo vive una situación que podría calificarse como una Weimar global. Las democracias se ven superadas por tensiones internas y externas. La tecnología, lejos de unir, multiplica los conflictos y las grandes potencias, lejos de estabilizar el sistema, lo debilitan.

Él es un conservador que culpa a la revolución soviética de gran parte de los males de la sociedad del siglo XX y del actual, en la estela de Edmund Burke que echaba la culpa a la revolución francesa de las dolencias de la sociedad de la época, Kaplan no propone soluciones, pero lanza una advertencia: la inestabilidad actual no es pasajera. Es el comienzo de un nuevo ciclo histórico, marcado por el desorden y la incertidumbre. Como señalaba Spengler las sociedades , igual que todos los seres vivos ,crecen, se deterioran y desaparecen a lo largo de su historia.

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